15 Noviembre 2012
El más completo estudio del genoma del cerdo
revela nuevas semejanzas con el hombre. El análisis, publicado por la
revista Nature, confirma el intéres de este animal como modelo para la
investigación biomédica.
“Esta publicación es el resultado de una colaboración internacional
de más de 10 años”, subrayó David Milan, jefe del departamento de genética
animal del Instituto Científico de Investigación Agronómica (INRA),
donde se inició el consorcio internacional para la secuenciación del
genoma del cerdo.
Los científicos han comparado el genoma del cerdo doméstico (Sus
scrofa domesticus), que se encuentra normalmente en las granjas, con el
de 10 razas de jabalíes presentes en Europa y Asia. También compararon
su genoma con el del hombre, el ratón, el perro, el caballo y la vaca.
El cerdo y su primo el jabalí comparten muchos puntos comunes con los
humanos: saben adaptarse, colonizan territorios y dañan a menudo su
propio hábitat; se dejan domesticar, pero vuelven a la vida salvaje
cuando las condiciones son propicias…
El cerdo también está cercano al hombre desde el punto de vista anatómico y fisiológico, y ya ha sido utilizado para curar a los humanos: cirugía cardiaca (válvulas aórticas), producción de heparina (anticoagulante)… Esta proximidad lo convierte también en un buen candidato para el trasplante de órganos.
El cerdo también está cercano al hombre desde el punto de vista anatómico y fisiológico, y ya ha sido utilizado para curar a los humanos: cirugía cardiaca (válvulas aórticas), producción de heparina (anticoagulante)… Esta proximidad lo convierte también en un buen candidato para el trasplante de órganos.
El análisis del genoma revela nuevas similitudes con el hombre que le ha domesticado hace 10.000 años.
Los investigadores han identificado en el animal un cierto número de
mutaciones que influyen en las enfermedades humanas, como la obesidad,
la diabetes o las enfermedades de Parkison y Alzheimer.
El cerdo podría llegar a ser “un modelo útil” para estudiar estas
enfermedades humanas y su tratamiento, explicó uno de los
investigadores, Alan Archibald (Universidad de Edimburgo).
En el campo de la reproducción, el análisis del genoma del cerdo
podría favorecer la selección de animales para producir una carne de
mejor calidad, a menor costo, y con un impacto menor en el medio
ambiente.
Los ancestros del cerdo doméstico aparecieron en el sureste asiático
entre 5,3 y 3,5 millones de años antes de nuestra era y emigraron
progresivamente hacia Eurasia. La comparación entre los jabalíes
asiáticos y europeos revela una escisión hace cerca de un millón de años
y diferencias genéticas tales que pueden ser consideradas como
subespecies distintas.
El estudio de los genes que gobiernan las características propias al
puerco podría permitir comprender las circunstancias en las que fue
domesticado por el hoombre. Su capacidad para comer lo que al hombre no
le gusta en absoluto puede ser una de las razones, sugieren los
investigadores.
Y es que si el cerdo presenta un mayor número de genes olfativos
(1.301) que el hombre u otros mamíferos, lo que le da un excelente
olfato, por lo que es utilizado por el hombre para buscar trufas por
ejemplo, en cambio tiene un pésimo gusto.
El análisis genómico muestra que los cerdos tienen menos genes
codificadores para la recepción del sabor amargo que los humanos y que
los genes implicados en la percepción de algunos sabores dulces son
diferentes en el cerdo y en el hombre.
El cerdo también puede tragar alimentos salados o considerados como repugnantes por el hombre.
(Con información de AFP)
El cerdo también puede tragar alimentos salados o considerados como repugnantes por el hombre.
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