EL CAOS VEHICULAR

                              Por: Daniel Chávez Villegas

Es un grave dolor de cabeza que afecta tanto a: transeúntes, pasajeros, choferes, propietarios de vehículos, policías, miembros de la comisión de tránsito, personal de los  Ministerios de Transportes y Comunicaciones y del Medio Ambiente, autoridades, y a la sociedad en su conjunto.

Los transeúntes corren el riesgo de ser atropellados al atravesar una calle o avenida donde no hay señales de seguridad y en donde no hay semáforos. Y el peligro es inminente en las horas punta donde hay amontonamiento de carros y desesperación de los choferes de las combis y omnibuses por aprovechar la presencia de pasajeros.  En estas horas no hay policías de tránsito que ayuden al descongestionamiento  vehicular y a prevenir los posibles  accidentes.

Los pasajeros viajan con el corazón en la mano por el suspenso que viven durante el trayecto por la velocidad con que viajan, por los actos de subir y bajar de la unidad, ya que los cobradores no se fijan en la edad de los pasajeros y sólo piensan en el negocio de captar   viajeros. Por otra parte, todos  nos hemos condicionado a pagar nuestro pasaje sin recibir boleto alguno por nuestro pago. Y este proceder es igual en los omnibuses  de rutas inter distritales y provinciales, salvo raras excepciones. La SUNAT  aún no ha visto este viejo problema. Y nadie controla el valor de los mismos en los días festivos, sábados y domingos, se alteran sin control alguno.

Las combis con capacidad para catorce pasajeros, llevan dieciocho. Pues los dueños de las unidades han dispuesto la colocación de un asiento detrás del asiento del chofer. Estos cuatro pasajeros adicionales crean incomodidad a los pasajeros de la primera fila, sobre todo cuando las personas son muy altas o muy gordas. Además, se dificulta la entrada y salida de los mismos.

A los policías de tránsito habría que pedirles su presencia en las calles y avenidas de mayor congestión vehicular a fin de dirigir el tránsito –sobre todo-  en las horas punta.

Los Organismos Técnicos de la Dirección Regional de Tránsito y la Municipalidad Provincial de Piura, deberían estudiar y proyectar nuevas vías de acceso , sobre todo “vías de evitamiento” y puentes para descongestionar el recargado peso que experimentan los actuales.

Entre Piura y Sechura ya se justifica una autopista. Quienes usan esta vía describirán las dificultades que experimentan en 60 kilómetros de recorrido. Y en la intersección con la Carretera Panamericana, desde el trágico accidente que cobró muchas vidas, se pidió con carácter perentorio la construcción de un by pass o la colocación de un  semáforo.  Hasta la fecha no se atiende esta urgente necesidad.

En la otorgación de licencias para las nuevas empresas de servicio urbano, se deberían tener en cuenta no  recargar algunas vías porque contribuyen a su pronta destrucción. Y luego los Municipios no tienen fondos para reparar pistas, pero si hay para modernizar avenidas. ¡Que paradoja!.      

Por otra parte la Dirección Regional del Medio Ambiente ya debería hacer notar su presencia, disponiendo la suspensión de los vehículos que despiden mucho monóxido de carbono por su veteranía.  La salud de la ciudadanía debe preservarse. ¿Qué opina Ud. paciente lector?...