jueves, 24 de febrero de 2011

KADHAFI PERDIO CONTROL DE LIBIA

26 minutos
AL BAIDA, Libia (AFP) - El líder libio Muamar Kadhafi perdió el control del este del país a manos de una insurrección popular y se enfrentaba este jueves a la presión occidental para evitar un baño de sangre que podría provocar un éxodo masivo y una desestabilización mayor de esta rica nación petrolera.
El presidente estadounidense, Barack Obama, juzgó "escandalosa" la represión que ya se cobró centenares de vidas y afirmó que los autores de las matanzas deberán responder por sus actos.
La sublevación tiene su bastión en la región de Cirenaica, a lo largo de la la costa oriental del Mediterráneo libio, desde la frontera con Egipto hasta Benghazi (1.000 kilómetros al este de Trípoli), pasando por Tobruk y Al Baida.
Testigos que se fugaron a Túnez indicaron que la rebelión también ganaba terreno hacia el oeste, y que la ciudad de Zuara (a 120 kilómetros de Trípoli) había quedado en manos de los manifestantes.
La televisión oficial anunció cerca del mediodía que Kadhafi pronunciaría en breve un discurso. El dirigente de 68 años, en el poder desde 1969, amenazó el martes con "luchar hasta la muerte" y ordenó a sus tropas aplastar la rebelión.
En Al Baida, los muros acribillados a balazos certificaban la violencia de los enfrentamientos entre los rebeldes y los "mercenarios" contratados por Kadhafi.
Unos diez generales y coroneles desertaron y proclamaron su fidelidad a la revolución, bajo los aplausos de la multitud.
"He renunciado y he venido a Al Baida en solidaridad con mi pueblo. Estaré en la línea de frente para rechazar cualquier ataque", afirmó el general Salá Mathek, que estaba en funciones en la Policía Judicial.
"Nos ordenaron atacar al pueblo y me he negado. No podemos disparar contra nuestros jóvenes", explicó Abdel Aziz al Busta, otro general.
"Estamos hablando de marchar sobre Trípoli. Nuestro objetivo es Trípoli si Trípoli no consigue liberarse a sí misma", afirmó otro oficial.
Las calles de la capital estaban desiertas por la mañana, después de una noche en la que se oyeron tiroteos en los suburbios del este de la capital.
Organizaciones de defensa de los derechos humanos denunciaron ataques aéreos y bombardeos contra civiles. Según datos divulgados el miércoles en París por la Federación Internacional de Derechos Humanos (FIDH), la represión del levantamiento ha dejado 640 muertos desde su inicio el 15 de febrero.
Estados Unidos y la Unión Europea (UE), vacilantes en los primeros días, examinan ahora sanciones contra el régimen de Kadhafi, confrontado también al abandono de sus pares árabes y a la deserción de numerosos jerarcas y diplomáticos.
La UE estudia en particular el bloqueo de haberes y la formulación de denuncias judiciales por "crímenes contra la humanidad" contra dirigentes libios.
El ministro francés de Defensa, Alain Juppé, afirmó que desea de "todo corazón" que Kadhafi esté viviendo "sus últimos momentos como jefe de Estado", pero descartó planes de intervención militar.
La Comisión Europea expresó su preocupación por el riesgo de una catástrofe humanitaria y evaluaba las respuestas ante la estampida de decenas de miles de extranjeros que abandonan Libia por tierra, mar y aire, en difíciles condiciones.
La (UE) busca apoyo naval militar para evacuar a unos 6.000 europeos que todavía permanecen en Libia, indicó un portavoz de la Comisión.
Un transbordador con espacio para mil pasajeros ancló en las costas libias para empezar a evacuar a 18.000 ciudadanos indios. Grecia envió tres aviones de transporte de tropas C-130 para asegurar la salida de sus propios ciudadanos.
Y desde el lunes, unas 30.000 tunecinos y egipcios regresaron por vía terrestre a sus países, informó en Ginebra la Organización Internacional para las Migraciones (OIM), que prevé la necesidad de asistir en las fronteras de Libia a decenas de miles de personas.
El ministro italiano del Interior, Roberto Maroni, exhortó a sus socios europeos a cooperar ante el riesgo de una crisis humanitaria "catastrófica" que podría empujar a un éxodo masivo hacia las costas europeas.
"Pido a Europa que adopte todas las medidas necesarias para hacer frente a una urgencia humanitaria catastrófica", declaró en Bruselas antes de una reunión con sus homólogos de la UE.
Las costas libias están a unos 300 kilómetros de Malta (justo al sur de Sicilia) y de la isla griega de Creta.
Los precios del petróleo alcanzaban este jueves niveles inéditos en dos años, debido a la ola de violencia en el mundo árabe y sobre todo en Libia, miembro de la Organización de Países Exportadores de Petróleo (OPEP). El barril de Brent para entrega en abril rozó los 120 dólares, antes de replegarse.
Varios grupos petroleros occidentales, como el italiano ENI y el español Repsol, suspendieron sus actividades en Libia.
El ex ministro libio de Justicia Mustafá Abdel Jalil, que renunció para protestar contra la brutal represión, aventuró que Kadhafi acabará por suicidarse "como Hitler".
El viceministro de Asuntos Exteriores libio, Jaled Kaim, aseguró el miércoles que la red islamista Al Qaeda había fundado en Derna (este) un emirato islámico. Pero los residentes de esa ciudad aseguraron que esos informes sólo se proponían "asustar a Europa".
La organización Al Qaeda en el Magreb Islámico (AQMI) expresó su apoyo total a los manifestantes libios y prometió "hacer todo lo posible para ayudar" a la insurrección, indicó este jueves SITE, el centro estadounidense de vigilancia de webs islámicas.
La revuelta en Libia está inspirada en las que en las últimas semanas derrocaron a los regímenes autoritarios de Túnez y Egipto, en una inédita ola de protestas en los países árabes.

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