Por César Illiano
CAMPAMENTO ESPERANZA, Chile (Reuters) - El primero de los 33 mineros atrapados en el corazón de una mina en Chile desde hace más de dos meses estaba cerca de ser rescatado el martes por la noche en una cápsula, en un operativo que ha cautivado al mundo y ha ganado un lugar en la historia.
Mientras la noche envuelve al desierto de Atacama, en el norte de Chile, los protagonistas de la historia dejarán las húmedas y calurosas entrañas de la tierra y deberán subirse a una cápsula que apenas les permite moverse y los llevará a los brazos de sus familias en la superficie.
Con el descenso de un socorrista a las 23.19 hora local (0119 GMT del miércoles) en la cápsula por un estrecho ducto de roca sólida de más de 600 metros, a unos 30 grados de temperatura y con una humedad del 100 por ciento, empezó la parte crucial del rescate.
"Buena suerte. Lo esperamos de vuelta y que nos traiga a los mineros", dijo el presidente chileno, Sebastián Piñera, al experto en rescate Manuel González antes de que bajara por el ducto.
El especialista coordinará las tareas desde la mina y ayudará a subir rápidamente al primer minero, que tardaría entre 15 y 20 minutos en llegar a la superficie.
Aunque el orden puede cambiar según el estado físico y mental de los mineros, la lista tentativa divulgada por los familiares pone al capataz de la mina, Florencio Avalos de 30 años, como primero en la fila para emerger del fondo.
La tienda de campaña de sus parientes en el Campamento Esperanza -montado junto a la mina- estaba repleta de periodistas, mientras su familia rezaba, aplaudía y cantaba "Chi chi chi, le le le, ¡los mineros de Chile!".
Socorristas dijeron que no pararán hasta sacar al último de los trabajadores de la mina San José, que producía una pequeña cantidad de cobre y oro antes del derrumbe del 5 de agosto que dejó casi sepultados a los mineros. Se espera que el operativo dure de uno a dos días.
Familiares encendieron fogatas para soportar el frío de la noche del desierto, que prometía ser larga.
Algunos parientes entonaban canciones religiosas en torno al fuego y aplaudían entre banderas y globos de Chile.
"Estoy ansiosa, pero siempre supe que mi hijo estaba bien", confesó Rosa Ibañez, madre del minero Raúl Bustos, quien sería uno de los últimos en ver la luz, según un orden de ascenso provisorio manejado por medios .
Durante las últimas semanas los mineros se han mostrado tranquilos, han colaborado con el operativo de rescate, han hecho ejercicios y han recibido regalos.
Pero en las últimas horas, comenzaron a mostrar señales de nerviosismo y así se lo han comunicado a sus familias.
"Estoy más ansiosa ahora que cuando supe que los 33 estaban vivos", dijo Antonia Godoy, madre de Richard Villarroel, minero que le dará un nieto en los próximos meses.
Una vez en la superficie cada minero será llevado a un hospital móvil para chequear su condición clínica y psicológica. Luego un selecto grupo de familiares se reunirá con ellos antes de que sean trasladados en helicóptero a un centro médico en la cercana ciudad de Copiapó.
Mientras la noche envuelve al desierto de Atacama, en el norte de Chile, los protagonistas de la historia dejarán las húmedas y calurosas entrañas de la tierra y deberán subirse a una cápsula que apenas les permite moverse y los llevará a los brazos de sus familias en la superficie.
Con el descenso de un socorrista a las 23.19 hora local (0119 GMT del miércoles) en la cápsula por un estrecho ducto de roca sólida de más de 600 metros, a unos 30 grados de temperatura y con una humedad del 100 por ciento, empezó la parte crucial del rescate.
"Buena suerte. Lo esperamos de vuelta y que nos traiga a los mineros", dijo el presidente chileno, Sebastián Piñera, al experto en rescate Manuel González antes de que bajara por el ducto.
El especialista coordinará las tareas desde la mina y ayudará a subir rápidamente al primer minero, que tardaría entre 15 y 20 minutos en llegar a la superficie.
Aunque el orden puede cambiar según el estado físico y mental de los mineros, la lista tentativa divulgada por los familiares pone al capataz de la mina, Florencio Avalos de 30 años, como primero en la fila para emerger del fondo.
La tienda de campaña de sus parientes en el Campamento Esperanza -montado junto a la mina- estaba repleta de periodistas, mientras su familia rezaba, aplaudía y cantaba "Chi chi chi, le le le, ¡los mineros de Chile!".
Socorristas dijeron que no pararán hasta sacar al último de los trabajadores de la mina San José, que producía una pequeña cantidad de cobre y oro antes del derrumbe del 5 de agosto que dejó casi sepultados a los mineros. Se espera que el operativo dure de uno a dos días.
Familiares encendieron fogatas para soportar el frío de la noche del desierto, que prometía ser larga.
Algunos parientes entonaban canciones religiosas en torno al fuego y aplaudían entre banderas y globos de Chile.
"Estoy ansiosa, pero siempre supe que mi hijo estaba bien", confesó Rosa Ibañez, madre del minero Raúl Bustos, quien sería uno de los últimos en ver la luz, según un orden de ascenso provisorio manejado por medios .
Durante las últimas semanas los mineros se han mostrado tranquilos, han colaborado con el operativo de rescate, han hecho ejercicios y han recibido regalos.
Pero en las últimas horas, comenzaron a mostrar señales de nerviosismo y así se lo han comunicado a sus familias.
"Estoy más ansiosa ahora que cuando supe que los 33 estaban vivos", dijo Antonia Godoy, madre de Richard Villarroel, minero que le dará un nieto en los próximos meses.
POCO A POCO
Los primeros mineros en ser izados, enfundados en un traje especial para enfrentar el contraste térmico entre el ducto y la fría noche de Atacama, serán los más hábiles, luego los más débiles y finalmente los más fuertes.Una vez en la superficie cada minero será llevado a un hospital móvil para chequear su condición clínica y psicológica. Luego un selecto grupo de familiares se reunirá con ellos antes de que sean trasladados en helicóptero a un centro médico en la cercana ciudad de Copiapó.
El presidente Piñera pidió a las iglesias del país que repiquen campanas cuando sea izado el primer minero.
"La fe ha movido montañas. Porque ha sido la fe, la fuerza, el coraje, la voluntad de esos 33 mineros, de sus familiares, de los rescatistas, del Gobierno y de todos los chilenos, los que han hecho posible este milagro", afirmó Piñera ante decenas de cámaras de televisión enviadas de todo el mundo.
Después de que Avalos llegue a la superficie, según la lista tentativa, el segundo en subir a la cápsula sería Mario Sepúlveda, un extrovertido minero de 40 años, seguido de Juan Illanes, un ex soldado de 52 años que prometió dejar la minería después del susto que le dio el accidente.
El cuarto en ascender sería Carlos Mamani, un boliviano que llevaba cinco días en la mina cuando todo ocurrió. El presidente de Bolivia, Evo Morales, llegará el miércoles por la mañana y será recibido por el canciller en el aeropuerto de Copiapó, para después saludar personalmente a su compatriota.
Aunque no debería representar un riesgo para el operativo, se detectó una filtración de agua en el camino que atravesará la cápsula, admitió el ministro de Salud, Jaime Mañalich.
Copiapó esperaba la llegada de los mineros con ánimo festivo. Autoridades pusieron una pantalla gigante en la Plaza de Armas, en donde unas 200 personas están reunidas siguiendo la transmisión televisiva del rescate.
"Es algo muy importante para la región (norte de Chile), esto es un milagro y hay que celebrarlo. Es una fiesta, hay que estar presente", dijo a Reuters Rosa Díaz Díaz, una cajera de supermercado de 39 años que aprovechó unos días libres en su trabajo para seguir de cerca las tareas de rescate.
En el hospital de Copiapó, los empleados luchaban por contener la emoción, como el camillero Jorge Ulloa.
"Estoy contento, me da emoción verlos, a uno le dan ganas de llorar pero se tiene que aguantar porque está trabajando", dijo.
Hasta el presidente de Estados Unidos, Barack Obama, dijo que acompañaba a la distancia a los mineros, sus familias y los rescatistas.
"Aunque falta mucho para que ese rescate concluya y queda trabajo arduo por delante, oramos para que, con la gracia de Dios, los mineros puedan salir a salvo y regresar pronto a sus familias", dijo Obama en un comunicado.
Desde Perú, el presidente Alan García también envió sus saludos. "Tenemos una expectativa enorme (...), esto fue un milagro de Dios y no creo que los milagros Dios los hace a medias", dijo.
(Con reporte adicional de Juana Casas en Copiapó y Patricia Vélez en Lima. Escrito por Pablo Garibian, editado por Lucila Sigal, Silene Ramírez y Javier Leira)
"La fe ha movido montañas. Porque ha sido la fe, la fuerza, el coraje, la voluntad de esos 33 mineros, de sus familiares, de los rescatistas, del Gobierno y de todos los chilenos, los que han hecho posible este milagro", afirmó Piñera ante decenas de cámaras de televisión enviadas de todo el mundo.
Después de que Avalos llegue a la superficie, según la lista tentativa, el segundo en subir a la cápsula sería Mario Sepúlveda, un extrovertido minero de 40 años, seguido de Juan Illanes, un ex soldado de 52 años que prometió dejar la minería después del susto que le dio el accidente.
El cuarto en ascender sería Carlos Mamani, un boliviano que llevaba cinco días en la mina cuando todo ocurrió. El presidente de Bolivia, Evo Morales, llegará el miércoles por la mañana y será recibido por el canciller en el aeropuerto de Copiapó, para después saludar personalmente a su compatriota.
Aunque no debería representar un riesgo para el operativo, se detectó una filtración de agua en el camino que atravesará la cápsula, admitió el ministro de Salud, Jaime Mañalich.
Copiapó esperaba la llegada de los mineros con ánimo festivo. Autoridades pusieron una pantalla gigante en la Plaza de Armas, en donde unas 200 personas están reunidas siguiendo la transmisión televisiva del rescate.
"Es algo muy importante para la región (norte de Chile), esto es un milagro y hay que celebrarlo. Es una fiesta, hay que estar presente", dijo a Reuters Rosa Díaz Díaz, una cajera de supermercado de 39 años que aprovechó unos días libres en su trabajo para seguir de cerca las tareas de rescate.
En el hospital de Copiapó, los empleados luchaban por contener la emoción, como el camillero Jorge Ulloa.
"Estoy contento, me da emoción verlos, a uno le dan ganas de llorar pero se tiene que aguantar porque está trabajando", dijo.
Cápsula que rescatará a los mineros de Chile. |
"Aunque falta mucho para que ese rescate concluya y queda trabajo arduo por delante, oramos para que, con la gracia de Dios, los mineros puedan salir a salvo y regresar pronto a sus familias", dijo Obama en un comunicado.
Desde Perú, el presidente Alan García también envió sus saludos. "Tenemos una expectativa enorme (...), esto fue un milagro de Dios y no creo que los milagros Dios los hace a medias", dijo.
(Con reporte adicional de Juana Casas en Copiapó y Patricia Vélez en Lima. Escrito por Pablo Garibian, editado por Lucila Sigal, Silene Ramírez y Javier Leira)
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