sábado, 8 de mayo de 2010

UNA CARTA DE MADRE A MADRE...

Vi tu enérgica protesta delante de las cámaras de TV en las manifestaciones a favor de la CVR, también del Museo de la Memoria y la de ayer en favor de la reagrupación de presos terroristas de SENDERO y MRTA y su transferencia a cárceles menos severas, que las de máxima seguridad...
Vi como te quejabas de la distancia que te separa de tu hijo y de lo que supone económicamente para ti, ir a visitarlo como consecuencia de esa distancia.
Vi también toda la cobertura mediática que dedicaron a dichas manifestaciones, así como el soporte que recibiste de otras madres en la misma situación y de otras personas que querían ser solidarias contigo y que cuentas con el apoyo de comisiones pastorales de diferentes sectas, representantes eclesiásticos, órganos internacionales y entidades en defensa de los derechos humanos, ONGs, etc, etc, etc...
Yo también soy madre y puedo comprender tu protesta e indignación.. .para mi es enorme la distancia que me separa de mi hijo. Trabajando y ganando poco, idénticas son las dificultades y las dificultades que tengo para visitarlo. Con mucho sacrificio solo puedo visitarlo los domingos porque trabajo, incluso los sábados para el sustento y educación del resto de la familia; que él con su trabajo, me ayudaba a sostener.
Felizmente, también cuento con el apoyo de amigos, familia, etc. Si aún no lo sabes yo soy la madre dequel joven que murió cuando se dirigía a su trabajo y que al pasar cerca de un auto estacionado, en una calle céntrica de Surco, este hizo explosión a causa de los explosivos que tu hijo puso en el interior de ese auto...
En la próxima visita cuando tu estés besando y acariciando a tu hijo yo estaré visitando al mío y depositándole unas flores en su tumba.
Ah! se me olvidaba: ganando poco y sosteniendo la economía de mi casa, a través de los impuestos que pago, tu hijo seguirá durmiendo en un cómodo colchón y comiendo comida caliente todos los días, en buenas palabras te ayudo a mantenerlo vivo.
Otra cosa querida: ni en el cementerio, ni en mi casa nunca vino ningún representante de esas entidades, llámense ONGs y toda esa gente que tan solidarias son contigo, para darme apoyo ni dedicarme unas palabras de aliento y ni siquiera para decirme cuales son mis derechos.

No hay comentarios: