EL ESPECTÁCULO ELECTORAL
Autor: Dr. Martín Nizama-Valladolid*
Introducción
Nuestro Premio Nóbel, Mario Vargas Llosa, ha escrito un ensayo sobre la civilización del espectáculo, en el cual señala que en la sociedad actual pasarla bien, es el valor supremo. El entretenimiento, es una pasión universal. De modo que lo sustantivo no se diferencia de lo banal, entremezclándose lo esencial y lo superficial Las consecuencias de la prelación del espectáculo como estilo de vida son: banalización de la cultura, generalización de la frivolidad, proliferación del periodismo irresponsable (amarillo), cultura light y el facilismo, signado por el mínimo esfuerzo o la ausencia del mismo.
En el contexto de una sociedad global dominada por la cultura sensual; tras iniciada la campaña electoral, el Perú vive tres meses de intensa contienda democrática, en la cual, la lucha por el poder es una guerra sin cuartel; tal como lo sentenció Lenin, “salvo el poder todo es ilusión”. En la guerra verbal, los candidatos llegan hasta la coprolalia, el vituperio y la mutua descalificación sistemática, lo cual desnuda de manera descarnada su medianía espiritual y estulticia (necedad). Por ello, priorizan el espectáculo electoral como entretenimiento, dejando de lado la confrontación de argumentos y propuestas.
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Ollanta Humala |
Así mismo, en las listas de candidatos inscritas prevalecen personajes anónimos, de medianía intelectual e histriónicos que desconocen la realidad nacional, las funciones y responsabilidades de los cargos políticos a los que postulan sólo para asegurar su futuro personal y familiar. Al respecto, el periodista Jaime Bayly atribuye al actual Presidente de la República la cínica expresión “No seas cojudo, hombre, la plata llega sola”. Según Bayly, el Presidente le manifestó que si el señor Humala gana las elecciones, él propiciará un golpe de Estado e impedirá, quebrantando la Ley, que Ollanta sea Presidente. “Aunque me metan preso, Humala no será Presidente” (http://www.justopachari.pe.kz/, lunes 6 de diciembre del 2010).
De otro lado, la percepción del electorado es bien clara. La mayoría de candidatos codician el poder político, no para servir al pueblo como lo preconiza hasta el hartazgo su marketing político y su retórica demagógica. Con escasas excepciones, buscan compulsivamente el poder para servirse ellos y devolver consabidos favores a los intereses velados que los auspician, cuyos soterrados lobbies, les proveen apabullante apoyo financiero, logístico y publicitario. Así, en el próximo Congreso Nacional podría haber la bancada de los mineros, de los narcos, de los empresarios, de los tránsfugas, de los enquistados (reelectos indefinidamente) y hasta la bancada de la dinastía Fujimori. Un Congreso quimérico e intelectualmente oscurantista; escenario fenicio al servicio del mejor postor. ¿Quo vadis Perú?
Por su lado, los políticos pensantes y honestos, preparados para los cargos políticos a los cuales postulan, son escasos en las múltiples listas inscritas. Igualmente, su capacidad para competir con la arrolladora maquinaria publicitaria que apoya a los candidatos de alquiler, es muy asimétrica, magra y utópica.
A continuación, examinemos diferentes aspectos de este espectáculo electoral.
Subestimación
Sin razón alguna, los candidatos se sienten superiores a los electores. Debido a este prejuicio hacen toda suerte de propuestas, sin sustento presupuestal ni viabilidad técnica; demostrando con ello irrespeto y desdén por el ciudadano, con cuya imaginación juegan maquiavélicamente hasta límites cantinflescos. P.e. la exhibición de un chicote durante la exposición de ideas en el primer encuentro entre los 10 candidatos presidenciales.
Vale todo
La estrategia de campaña de los candidatos prioriza la anética demolición de los adversarios como arma letal. Para el efecto, los estrategas de campaña emplean toda suerte de artilugios, mendacidades y malas artes, aplicando el principio maquiavélico, el fin justifica los medios. Su objetivo es la destrucción de los rivales que encabezan las encuestas o de aquellos que avanzan hacia las primeras posiciones. Se llega a la insania de especular con el alza del dólar para provocar pánico financiero en la población, cuando los demonizados candidatos “antisistema” comienzan a liderar los sondeos de opinión.
Demagogia
Los políticos de todo pelaje no vacilan en crear expectativas en el pueblo, mediante halagos centrados en la seducción del electorado, mimetizándose con los sentimientos más íntimos de la masa popular. En este sentido ofrecen el oro y el moro. Una vez en el poder se olvidan de todo, consagrándose prioritariamente a servir a sus mentores económicos y políticos.
Promesas
Diestros en el arte de hacer promesas pomposas y aún extravagantes, no vacilan en vender soluciones mágicas a los álgidos problemas sociales, a sabiendas que no podrán cumplir con sus fantasiosas propuestas. Luego, sus promesas se esfuman cual pompas de jabón.
Populismo
Ellos, demuestran una espuria identificación con las necesidades y aspiraciones populares. Anuncian abaratamiento de los alimentos, reducción de impuestos, creación irracional de universidades, educación gratuita, millones de empleos, incremento desmedido de sueldos y obras de infraestructura fastuosas. Engañan a los pobres donándoles víveres, polos, gorros, vinchas, cajas de fósforo, calendarios, llaveros, tazas de plástico del color del partido donante, lapiceros o caramelos; a cambio de que voten por ellos, denigrándolos, con menoscabo de su dignidad y autoestima.
Entretenimiento
Para los candidatos, la campaña electoral es una diversión gratis para el pueblo. Manejan con desenfado la imagen y el espejismo. Comúnmente, durante la campaña electoral, todo lo que viene de los políticos es pura apariencia, mera ficción. Ellos, asumen que de esta manera sugestionan al pueblo, mediante el arte del espectáculo. Su leitmotiv es “actuar” para divertir a sus seguidores. Para el efecto, realizan fiestas, bailes, polladas, quema de juegos artificiales o contratan bandas de músicos, para ilusionar al pueblo de los segmentos sociales D y E, principalmente. Recorren los rincones más inhóspitos de las urbes y zonas rurales.
Circo
Los políticos hacen de la campaña electoral un circo populachero. No tienen empacho en proponer en sus listas a personajes impreparados, cuyo único activo es la popularidad, el dinero de procedencia oscura, el figuretismo banal o el oportunismo ventajista. En este vasto abanico de candidatos improvisados hay personajes de la farándula, voleibolistas, futbolistas, humoristas y cantantes, entre otros; quienes a menudo procuran llamar la atención de los electores haciendo el ridículo en programas televisivos, donde permiten que se les trate, muchas veces, de manera humillante. Son el hazmerreír del público televidente.
Guerra Sucia
En la guerra infernal por la captación de los votos de la ciudadanía, los candidatos se atacan unos a otros en forma implacable. Recurren a las puyas, agravios, zancadillas, destapes, fabricación de “pruebas” comprometedoras, difamación, demolición mediática, operativos psicosociales, difusión de petroaudios, agresiones físicas y amenazas, entre otras acciones perversas y canallas. El objetivo es liquidar al adversario sin ninguna consideración.
Mediocridad
La política peruana está peleada con la inteligencia. Constitucionalmente, basta con saber leer y escribir para ser congresista. De modo que, cualquier oportunista bien conectado con cúpulas partidarias puede figurar como candidato outsider para acceder al poder político.
Improvisación
Es evidente que muchos candidatos de la noche a la mañana se hicieron políticos, merced a favores de las cúpulas partidarias, quienes una vez electos los manipulan para su beneficio.
Cupos
Es vox populi que los candidatos pagan cupos establecidos por ocupar puestos privilegiados en las listas de las planchas presidenciales y congresales. Los medios difundieron un audio en el cual se escucha a una candidata a la vicepresidencia manifestando que había pagado 700 mil soles para ser incluida en la plancha presidencial de su partido. También, hubo denuncias, según las cuales algunas personas no habían sido incluidas en las listas congresales, no obstante que habían pagado algunos miles de dólares por derecho de cupo, sintiéndose estafados.
Mendacidad
La mentira es la herramienta fundamental del político, sea este nuevo, outsider, tradicional o profesional. Con desparpajo, de manera consciente, utiliza aquel principio amoral de Goebbels que reza: miente, miente que algo queda. Mentir para conseguir, luego olvidar.
Insensibilidad Social
Fríamente. Sin un ápice de sensibilidad humana y sólo centrada en el cálculo económico, el candidato presidencial Pedro Pablo Kuczynski (PPK), hizo declaraciones desatinadas y en relación al terremoto seguido de tsunami en Japón. Dijo: “Yo no creo que son tan graves como se piensa, porque Japón es uno de los países más preparados en términos de defensa civil, que hará un trabajo de reconstrucción veloz, y eso va a tener consecuencias no negativas, más bien favorables para la actividad económica del Japón”. “Un Toyota Corola en el Perú va a costar menos, los tractores Kohatsu van a costar menos y eso va a ser positivo para ellos, junto con la recuperación económica interna que van a tener a raíz de (el terremoto)”. Y, al informarse que en dicho desastre natural habían mil muertos y millones de dólares de pérdidas materiales, comentó: “es menos grave de lo que yo pensaba”, considerando que el apocalíptico desastre sería favorable para la economía nipona, porque le iba a dar “un golpe, un fuertazo” para que recupere su economía, la misma que se encontraba estancada desde hace 15 años ((diario16, domingo 13-3-11). Se trata, pues, de una percepción financiera psicopática, ajena a toda sensibilidad social. Este candidato presidencial demostró así una vergonzosa ausencia de compasión, consustancial a la naturaleza humana. Desatino similar al del Ministro de la Producción Rafael Rey con la botella de Pisco 7.9, en alusión al devastador terremoto de la ciudad sureña.
Economicismo Perverso
El jefe de plan de gobierno de la Alianza para el Gran cambio, Pablo Secada, propuso que de ganar las elecciones presidenciales su agrupación política, se reduciría las vacaciones a 15 días, lo cual sería una provocación a los gremios laborales y causa de conflictos sociales. Prestamente, su jefe, el candidato presidencial PPK, lo desautorizó calificando como “patinada” dicha alternativa. Sin embargo, las declaraciones de Secada trasuntan la ideología de la codicia, carente de altruismo de empresarios, financistas y lobistas prosélitos del mercado salvaje. Durante el debate presidencial del 3 de abril, PPK negó que dicha propuesta haya sido planteada por ellos.
Manipulación Mediática
No todos los medios de prensa son democráticos e imparciales. Varios de ellos son de propiedad o están al servicio incondicional de determinadas candidaturas, fungiendo de neutros para direccionar la votación de los ciudadanos hacia sus candidatos favoritos, sorprendiendo al electorado. Para ello, recurren a la mendacidad, el amarillaje con titulares escandalosos, refritos, inducción del pánico y a los psicosociales. Así, demuestran su irrespeto y menosprecio por la ciudadanía.
Narcopolítica
Con los antecedentes de hallazgo de cocaína en el avión presidencial en el período de Fujimori (1900-2000), la vinculación de Vladimiro Montesinos con las redes del narcotráfico en el Huallaga, particularmente con “Vaticano”, la hija del presidiario ex-presidente Alberto Fujimori Fujimori (AFF), Keiko Fujimori Higuchi, candidata presidencial por Fuerza 2011, admitió ante la prensa haber recibido 10, 000 dólares en la campaña electoral del 2006, de parte de “Olluquito” miembro de una familia relacionada con el narcotráfico. También, el presidente Alan García, con presteza mandó a devolver 5,000 dólares al abogado de la familia Sánchez Martínez, con presuntos vínculos con el narcotráfico, uno de cuyos hijos había colaborado con la campaña electoral del 2006, para poder efectuar un viaje en helicóptero en el interior del país. Según García, él desconocía este hecho, señalando que por la modestia del monto se trataba de un narco de pacotilla.
Intromisión Presidencial
El Presidente García, al ofrecer estabilidad política por 10 años a un grupo de banqueros latinoamericanos reunidos en Lima, les manifestó muy orondo que, “en el Perú, el Presidente tiene un poder: no puede hacer Presidente al que él quisiera, pero sí puede evitar que sea Presidente quien él no quiere. Yo lo he demostrado”, refiriéndose a su rol antidemocrático para evitar el triunfo de Mario Vargas Llosa en 1990. En la actual campaña electoral, el Presidente muestra favoritismo abierto por unos candidatos y evidente rechazo por otros, con el argumento de que lo hace en su condición de ciudadano, enajenándose de la investidura presidencial que lo obliga a la neutralidad. La percepción mediática y del público, es que él ha reiterado preferencias, sucesivamente, por Castañeda, Keiko Fujimori y Kuczynski y malquerencia por Toledo y Humala, selectivamente. Otra señal de esta interferencia desde el poder fueron sus declaraciones: “Yo lo quiero mucho a Alejandro (Toledo), él no tiene que ver en mi a un enemigo, lo que pasa es que tiene una cierta manía al decir que no lo quiero o que yo sé fascinar a hombres y mujeres, eso parece una obsesión psicosexual”, insinuando de manera grotesca motivaciones libidinosas de Toledo, quien critica con severidad sus intervenciones en el marco del proceso electoral.
Igualmente, el Presidente de la República justificó la guerra verbal entre los aspirantes presidenciales, opinando “que los candidatos crucen algunos duelos de espadas afiladas en palabras, el pueblo decidirá si le gusta o no; los adjetivos no son guerra sucia”.
Estas y otras expresiones del Presidente y de altos funcionarios de su entorno, han motivado la justificada protesta de los afectados que no se cansan de demandar al Jurado Nacional de Elecciones (JNE) que imponga su autoridad y garantice la imparcialidad presidencial. Más, el JNE hace oídos sordos al clamor de esos candidatos, de sus simpatizantes y de la opinión pública. De modo que el actual Presidente es un virtual candidato con proyección declarada al 2016. ¿Y, el equilibrio de poderes, existe realmente?
Caballo de Troya
Keiko Fujimori es el Caballo de Troya del verdadero candidato, su padre, el prisionero de la Dirección de Operaciones Especiales (DIROES), AFF, quien purga condena de 25 años por delitos de corrupción y lesa humanidad. De ganar ella las elecciones, quien gobernaría realmente el Perú sería su padre. Pues, él desde su cárcel dorada dirige las estrategias de la campaña electoral de su hija, ha sido la instancia final en la elaboración de la lista de candidatos al Congreso y ha convertido la DIROES, donde recibe trato de dignatario, en local de campaña de la candidatura presidencial de su movimiento político Fuerza 2011. El personal que lo custodia, civil y policial, se pone de pie cuando Fujimori se moviliza dentro del penal. Ellos, lo denominan “el número uno”, mientras que a Keiko la llaman la “número dos”. Igualmente, Fujimori dispone de teléfonos celulares y tiene 4 a 6 trabajadores que fungen de mayordomos a su servicio. A ese local de mil metros cuadrados llegan cotidianamente decenas de vehículos de sus partidarios y aún de los opositores. Incluso, se afirma que fue él quien impuso a la enfermera Gina Pacheco Vera como candidata al Congreso, en contra de la voluntad de su hija Keiko. Por el poder omnímodo que posee, es evidente que AFF es el verdadero candidato presidencial de Fuerza 2011.
Doble Nacionalidad
El candidato presidencial PPK, para adquirir la nacionalidad norteamericana tuvo que jurar formalmente ante un juez americano así: “renuncio absolutamente y por completo y abjuro toda lealtad y fidelidad a cualquier…Estado y soberanía extranjera, de quien o de cual haya sido sujeto o ciudadano antes de esta…y portaré armas bajo la bandera de los EEUU….prestaré servicio como no combatiente en las FFAA de los EEUU”. Es, pues, un ciudadano americano, hasta que demuestre lo contrario. Cuando el ahora candidato PPK realizó este juramento, el Perú era regido por la Constitución de 1979, la cual prohibía expresamente la doble nacionalidad. PPK, verbalmente anunció que había iniciado un proceso de renuncia a la nacionalidad estadounidense. Sin embargo, hasta la fecha no ha presentado ningún documento oficial de la Embajada Americana, que acredite el inicio de dicha gestión (La República, 21-03-11. De lobista a candidato. Javier Diez Canseco).
Discriminación Étnica
En el 2006 durante una conferencia en Lima, PPK, refiriéndose a quienes se oponían a la firma del TLC con los EEUU, dijo “es un poco una idea de una parte de los Andes, lugares donde la altura impide que el oxígeno llegue al cerebro. Eso es fatal y funesto”. (La República, 21-03-11. De lobista a candidato. Javier Diez Canseco). Si así piensa PPK de una parte de la población andina, qué hace pidiéndoles que voten por él ahora? He ahí una incoherencia flagrante. Su actitud hizo recordar al padre de la ex-candidata presidencial, Lourdes Flores Nano, quien en la campaña electoral anterior espetó a Alejandro Toledo la ominosa etiqueta de “auquénido de Harvard”.
Lenguaje Psiquiátrico
Abusando de algún conocimiento empírico de psiquiatría, los candidatos irresponsablemente se insultan con etiquetas diagnósticas psiquiátricas, descalificándose mutuamente. Así, se les escucha motejarse de “esquizofrénico”, “bipolar”, víctima del “Alzheimer”, “borracho y coqueado”, “retardado mental”, “depravado”, “deprimido”, “narcisista”, “homofóbico”, “loca” y expresiones no verbales que simbolizan “loco”, entre otras denominaciones estigmatizantes, haciendo de ello un espectáculo psiquiátrico de estilo manicomial; por lo demás, lastre hace tiempo superado por la psiquiatría moderna. Así, piensan gobernar el Perú, con insensatez, sin cordura? Esta enajenación semántica, sólo revela ineptitud para ejercer sus inteligencias múltiples, cayendo en el ridículo.
Presentación de Ideas
En la noche del domingo 13 de marzo se realizó en el auditorio del Colegio Médico del Perú, la exposición de propuestas de gobierno por parte de los 11 candidatos presidenciales, organizada por el Jurado Nacional de Elecciones, cuyo Tribunal de Ética estableció las reglas de juego de dicho evento, las mismas que incluían la prohibición de las bulliciosas portátiles en tal evento; restricción que fue desacatada por la mayoría de partidos participantes, obligando a la policía a intervenir para cesar las escaramuzas que habían comenzado a desencadenarse. La exposición de ideas de los candidatos duró dos horas y con excepción de algunos despropósitos, tuvo un desarrollo decente en beneficio del público televidente. Debido a la aglomeración de las portátiles, un periodista fue atropellado accidentalmente por uno de los candidatos presidenciales, sin mayores consecuencias, felizmente.
Síndrome Ollanta
La última semana, antes del cierre de la publicación de los sondeos de opinión, Ollanta Humala pasó a liderar todas las encuestas, superando al hasta entonces puntero Alejandro Toledo. De inmediato, cundió una ola de pánico en el vértice de la sociedad peruana. Así, empresarios, banqueros, lobistas, financistas, oligarcas, políticos conservadores y tradicionales, así como propietarios de medios, comenzaron un desenfrenado cargamontón y linchamiento sistemático contra el nacionalista, con el propósito de “desenmascararlo” y demolerlo políticamente, motejándolo de “antisistema”, “radical”, “extremista”, “chavista”, “estatista”, decidido a “ahuyentar la inversión”, un “retroceso al pasado”, “salto al vacío”, “autoritario”, “lobo vestido de cordero”, “doble discurso”, “camisa de fuerza” ideológica, “Madre Mía” y “Andahuaylazo\”. También, maliciosamente especularon y asociaron el ascenso en las encuestas con la caída de la Bolsa de Valores de Lima y la caída del precio del dólar, para crear pánico financiero, induciendo miedo e incertidumbre en la población. Igualmente, corrieron rumores o “bolas de nieve” boca a boca, vía mediática y por las redes sociales (Internet), para demonizar al candidato Humala, presentándolo como la “bestia negra”.
Debate Presidencial
El domingo 3 de abril, se realizó en Lima el debate presidencial entre los cinco candidatos que lideraban las encuestas de opinión para pasar a la segunda vuelta: Ollanta Humala Tasso (Gana Perú), Alejandro Toledo Manrique (Perú Posible), Keiko Fujimori Higuchi (Fuerza 2011), Pedro Pablo Kuczynski (Alianza por el Gran Cambio) y Luis Castañeda Lossio (Solidaridad Nacional). El fundador del Partido Nacionalista Peruano, Ollanta Humala, en franco crecimiento, ocupaba el primer lugar en los sondeos de opinión, hasta antes de cerrarse la publicación de los resultados de encuestas establecida por Ley. El esperado debate, organizado por la Asociación Civil Transparencia y la Sociedad nacional de Radio y Televisión, tuvo como moderador al experimentado y prestigioso periodista José María “Chema” Salcedo. Los temas tratados fueron: 1. Lucha contra la pobreza, 2. Generación de empleo, 3. Seguridad ciudadana y narcotráfico. El evento duró 3 horas y se realizó en el Hotel Sheraton. Fue un debate alturado de propuestas, exento de demagogia; aderezado con algunas puyas, sarcasmos y precisos toques de florete (estilo esgrima).
Conclusiones
Al JNE y al pueblo debe preocuparles la salud mental y espiritual de los candidatos en campaña quienes, a menudo, demuestran irrespeto y desdén por el electorado al cual subestiman, en la convicción errónea que se les cree todas sus fantasías, retórica, embustes y demagogia populista. La mayoría de ellos, demuestran codicia de poder, mediocridad o improvisación. Por ello, la justicia electoral debe asegurar transparencia, juego limpio y equidad en la totalidad del proceso, protegiendo la autoestima y dignidad de los ciudadanos. Por su lado, el pueblo debe aprender a votar adecuadamente informado y con sabiduría. En este sentido, al parecer se ha avanzado. Los electores ya están aprendiendo a pensar antes de emitir su voto. Que así sea el próximo 10 de abril. El Perú necesita un presidente con sensibilidad social, que se deba a los pobres y opte por el desarrollo social con inclusión, equidad y justicia.
Lima, 04 de abril del 201
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