viernes, 5 de noviembre de 2010

UN MAR DE PROBLEMAS EN COLEGIO SAN MIGUEL

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PIURA (ABC). La vieja infraestructura del glorioso San Miguel está siendo destruido para dar paso a una moderna construcción. Los trabajos ya se iniciaron y los ambientes del ex Instituto Nacional Industrial No. 10 han sido los primeros en sucumbir. Una enorme pala golpeó insistentemente sus viejos cimientos, hasta hacer caer techos, columnas y paredes…
En los escombros quedaron enterrados miles de recuerdos, vivencias que empezaron a cultivarse desde 1953, cuando el 27 de octubre, el prefecto de Piura, Jorge Checa Eguiguren, inauguró oficialmente la Gran Unidad Escolar Miguel Grau. Con este nombre el Gobierno del General Manuel Odría rebautizó San Miguel, pero los alumnos se opusieron y rápidamente lo recobró.
La obra que ejecuta el Consorcio San Miguel está valorizada en 14 millones 698 mil 756 soles con 22 centavos y debe concluirse en 270 días calendarios (9 meses). Comprende la adecuación y mejoramiento de la infraestructura que incluye un anfiteatro, laboratorios, coliseo deportivo, estadio y piscina, a decir del director Valentín Querevalú.
Toda la piuranidad ha esperado ansiosa está labor que se fue postergando, pero que gracias a la insistencia del congresista Miguel Guevara Trelles y a la terquedad de la directora de la UGEL de Piura, profesora Carmen Sánchez Tejada, ha sido cristalizada y el próximo año, los sanmiguelinos de ayer, hoy y siempre tendrán una nueva razón para henchir el pecho y cantar más fuerte que nunca: “Amanece, Amanece, Amanece…”.
Sin embargo, no todo es color de rosa dentro del centenario claustro. Los padres de familia y los profesores del turno de la tarde han denunciado la desaparición misteriosa de bienes y enseres, que bajo la etiqueta de “chatarra” salieron de los almacenes de San Miguel. Ellos piden que el director explique, por ejemplo, dónde ha ido a parar el motor que regaló la Municipalidad de La Arena.
También, el profesor Emeterio Zeta Carrera, secretario general del SUTEP, turno tarde, emplazó al director de San Miguel, en conferencia de prensa, para que informe el destino de las donaciones que hizo la SUNAT a “nuestra institución y diga qué es lo que sacó del colegio el trailer de placa A3G-971, el martes 19 de octubre del 2010; cuánto se pagó por la chatarra y en que se invertirá lo recaudado”.
En suma: algo está pasando en San Miguel y las autoridades educativas deben intervenir de inmediato, siempre y cuando don Valentín Querevalú no dé una explicación que satisfaga a tirios y troyanos. Es hora, también, que los exalumnos sanmiguelinos despierten de su letargo y se mantengan vigilantes. La vieja historia de “laissez faire, laissez passer" -dejar hacer, dejar pasar- no debe repetirse.
Emeterio Zeta reclama reconstrucción ordena y honesta.

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