Las muertes de Carlos Llontop Valdiviezo y Ricardo Arturo de la Cruz Haro (al lado) no deben quedar impunes. Ellos, educados en el centenario San Miguel, se encontraron con la mujer de negro, en circunstancias todavía no esclarecidas por la justicia. Manos asesinos apuraron el viaje sin retorno de ambos, sumiendo a sus familiares en el más profundo dolor. Para leer más, por favor hacer click en MUERTES IMPUNES
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