Lo que no logró el gobierno de los Estados Unidos en más de 50 años, ahora pretende alcanzarlo por vía virtual. El videojuego “Call of Duty: Black Ops”, lanzado este martes en todo el mundo, transporta al jugador al ambiente de la Guerra Fría y planifica operaciones especiales, la primera de ellas asesinar al líder de la Revolución cubana Fidel Castro.
Con tecnología estereoscópica, el videojuego de la empresa estadounidense Activision requiere que el jugador maneje armas y vehículos de guerra para llevar a cabo operaciones militares en “territorio enemigo”, como la isla de Cuba.
La primera operación que ofrece “Call of Duty: Black Ops” es la de asesinar a Fidel. Esa operacion virtual en la isla caribeña se desarrolla antes de la crisis de los misiles de 1962, cuando John F. Kennedy era jefe de la Casa Blanca.
La empresa Activision afirma su nueva versión de “Call of Duty” permite jugar en internet hasta a 18 personas simultáneamente, lo que garantiza violentos enfrentamientos bélicos virtuales con espectaculares asesinatos y, sin lugar a dudas, un divertimento para psicópatas.
La lógica de este nuevo videojuego es doblemente perversa: por un lado, glorifica los atentados que de manera ilegal planificó el gobierno de los Estados Unidos contra el líder cubano -Fidel ha sobrevivido a más de 600-, y por el otro, estimula actitudes sociópatas de los niños y adolescentes norteamericanos, principales consumidores de estos juegos virtuales.
Los niveles de violencia que impregnan este tipo de productos ya han producido la alarma en Estados Unidos. En 2006 uno de los juegos más agresivos , el “GTA San Andreas”, fue denunciado en los tribunales de Alabama de haber provocado que un adolescente asesinara a tres hombres, dos de ellos policías.
Sicólogos y siquiatras opinan que mientras en una película de violencia la actitud del espectador es pasiva, en los videojuegos uno puede ser invitado a meterse en la piel de un asesino. En la promoción del juego “The Warriors”, por ejemplo, podemos leer: “Para financiar nuestras actividades tendremos que conseguir dinero, cosa que se puede hacer de muy diversas formas; podremos entrar en tiendas, romper sus estanterías y coger objetos de valor, robar radios de automóviles y atracar a peatones que veamos”.
Pero el fin justifica los medios para una sociedad como la norteamericana. Como diría Eduardo Galeano en Patas arriba. La escuela del mundo al revés, “la violencia engendra violencia, como se sabe; pero también engendra ganancias para la industria de la violencia, que la vende como espectáculo y la convierte en objeto de consumo”.
(Con información de Patria Grande/ Rebelión)
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