Por Patricia Vélez y Teresa Céspedes
Susana Villarán |
LIMA (Reuters) - Una izquierdista habría sido electa el domingo alcaldesa de la capital de Perú por primera vez en casi tres décadas, según los primeros resultados oficiales, en unos reñidos comicios que cambiarían el mapa político del país a seis meses de las presidenciales.
Susana Villarán, educadora de 61 años que inquietó a inversores, lideraba el conteo con el 38,9 por ciento de los votos en la mayor plaza electoral de uno de los países de mayor crecimiento en el mundo, de acuerdo a las cifras de la oficina electoral con el 12,8 por ciento de los sufragios escrutados.
Pisándole los talones figuraba la conservadora Lourdes Flores, vista como amiga del libre mercado, con un 37,3 por ciento de los sufragios, según los resultados preliminares que confirmaban la tendencia mostrada por sondeos a boca de urnas.
Al mercado le preocupa que el triunfo de Villarán en Lima lleve al resurgimiento de un candidato presidencial de izquierda que ponga en jaque los miles de millones de dólares en inversión foránea que han sido destinados al importante productor de materias primas.
Sin embargo, Villarán ha dicho que representa a una izquierda "moderna y liberal" promotora de la inversión privada que nada tiene que ver con al "militarismo autoritario" del presidente venezolano, Hugo Chávez.
También ha buscado distanciarse de la cara más visible de la oposición, el nacionalista Ollanta Humala, quien en el 2006 definió un balotaje con el presidente Alan García con promesas de dar un giro en la política económica y fue apoyado por Chávez.
Asimismo, analistas dicen que el triunfo de Villarán no necesariamente es una victoria de la izquierda, sino más bien abre la posibilidad de que una carta nueva, sin importar su ideología, gane la próxima elección presidencial.
"Villarán abre la posibilidad de un candidato aluvional en el 2011, que puede ser de izquierda o derecha. Creo que la gente no va por el lado ideológico sino va por reemplazar por una nueva esperanza a aquellos que lo han defraudado durante los últimos años", dijo el analista político Agustín Figueroa.
La centroizquierdista escaló desde los últimos lugares de las encuestas en la carrera por Lima, que congrega a un tercio del electorado peruano, desbancando del primer lugar a Flores, una abogada de 50 años que también postuló sin éxito en dos ocasiones a la presidencia del país.
NUEVO MOSAICO ELECTORAL
La victoria de la izquierda en Lima y de la mayoría de los líderes regionalistas o independientes en las 25 regiones de Perú es una dura derrota para los partidos tradicionales y un revés para el Gobierno de García, a quien le restan nueve meses de mandato.
"Estamos viendo que en las regiones hay un nuevo mosaico, pero está totalmente dividido", dijo Figueroa, quien agregó que los resultados reflejan un fracaso "radical" de los partidos tradicionales como el oficialista APRA.
Muchas regiones de Perú, que reciben ingentes regalías por la explotación de sus recursos naturales, frecuentemente protestan contra el Gobierno central en demanda de mayores beneficios del actual boom económico.
En la región de Arequipa, la segunda más importante, habría ganado el líder local Juan Manuel Guillén -apoyado por el nacionalista Humala- con el 31,6 por ciento, según un conteo rápido de Ipsos Apoyo, la principal encuestadora del sector.
En Cusco, lideraba el conteo rápido el nacionalista Jorge Acurio con un 34,3 por ciento de los votos, según Ipsos Apoyo.
El oficialista APRA estaba en riesgo de no haber ganado ninguna región, ni tan siquiera su bastión tradicional, La Libertad -en el norte del país-, donde su candidato José Murgia estaba empatado con Manuel Llempén con un 35,4 por ciento.
En muchas regiones se celebraría una segunda vuelta, pues ningún candidato logró al menos el 30 por ciento de los votos emitidos, según los primeros resultados.
García, que no puede postular a los próximos comicios porque la ley peruana prohíbe la reelección inmediata, tiene un alto nivel de desaprobación pese a que la economía peruana se ha expandido a tasas arrolladoras durante su segundo mandato.
Susana Villarán, educadora de 61 años que inquietó a inversores, lideraba el conteo con el 38,9 por ciento de los votos en la mayor plaza electoral de uno de los países de mayor crecimiento en el mundo, de acuerdo a las cifras de la oficina electoral con el 12,8 por ciento de los sufragios escrutados.
Pisándole los talones figuraba la conservadora Lourdes Flores, vista como amiga del libre mercado, con un 37,3 por ciento de los sufragios, según los resultados preliminares que confirmaban la tendencia mostrada por sondeos a boca de urnas.
Al mercado le preocupa que el triunfo de Villarán en Lima lleve al resurgimiento de un candidato presidencial de izquierda que ponga en jaque los miles de millones de dólares en inversión foránea que han sido destinados al importante productor de materias primas.
Sin embargo, Villarán ha dicho que representa a una izquierda "moderna y liberal" promotora de la inversión privada que nada tiene que ver con al "militarismo autoritario" del presidente venezolano, Hugo Chávez.
También ha buscado distanciarse de la cara más visible de la oposición, el nacionalista Ollanta Humala, quien en el 2006 definió un balotaje con el presidente Alan García con promesas de dar un giro en la política económica y fue apoyado por Chávez.
Asimismo, analistas dicen que el triunfo de Villarán no necesariamente es una victoria de la izquierda, sino más bien abre la posibilidad de que una carta nueva, sin importar su ideología, gane la próxima elección presidencial.
"Villarán abre la posibilidad de un candidato aluvional en el 2011, que puede ser de izquierda o derecha. Creo que la gente no va por el lado ideológico sino va por reemplazar por una nueva esperanza a aquellos que lo han defraudado durante los últimos años", dijo el analista político Agustín Figueroa.
La centroizquierdista escaló desde los últimos lugares de las encuestas en la carrera por Lima, que congrega a un tercio del electorado peruano, desbancando del primer lugar a Flores, una abogada de 50 años que también postuló sin éxito en dos ocasiones a la presidencia del país.
NUEVO MOSAICO ELECTORAL
La victoria de la izquierda en Lima y de la mayoría de los líderes regionalistas o independientes en las 25 regiones de Perú es una dura derrota para los partidos tradicionales y un revés para el Gobierno de García, a quien le restan nueve meses de mandato.
"Estamos viendo que en las regiones hay un nuevo mosaico, pero está totalmente dividido", dijo Figueroa, quien agregó que los resultados reflejan un fracaso "radical" de los partidos tradicionales como el oficialista APRA.
Muchas regiones de Perú, que reciben ingentes regalías por la explotación de sus recursos naturales, frecuentemente protestan contra el Gobierno central en demanda de mayores beneficios del actual boom económico.
En la región de Arequipa, la segunda más importante, habría ganado el líder local Juan Manuel Guillén -apoyado por el nacionalista Humala- con el 31,6 por ciento, según un conteo rápido de Ipsos Apoyo, la principal encuestadora del sector.
En Cusco, lideraba el conteo rápido el nacionalista Jorge Acurio con un 34,3 por ciento de los votos, según Ipsos Apoyo.
El oficialista APRA estaba en riesgo de no haber ganado ninguna región, ni tan siquiera su bastión tradicional, La Libertad -en el norte del país-, donde su candidato José Murgia estaba empatado con Manuel Llempén con un 35,4 por ciento.
En muchas regiones se celebraría una segunda vuelta, pues ningún candidato logró al menos el 30 por ciento de los votos emitidos, según los primeros resultados.
García, que no puede postular a los próximos comicios porque la ley peruana prohíbe la reelección inmediata, tiene un alto nivel de desaprobación pese a que la economía peruana se ha expandido a tasas arrolladoras durante su segundo mandato.
A seis meses del comicio presidencial, la legisladora conservadora e hija del ex presidente Alberto Fujimori, Keiko Fujimori, lidera las preferencias con un 24 por ciento en las intenciones de voto, según un sondeo de Ipsos Apoyo.
Le siguen el pragmático alcalde capitalino Luis Castañeda, con un 19 por ciento; el ex presidente Alejandro Toledo, con un 16 por ciento, y el nacionalista Humala, con un 14 por ciento.
Los tres primeros son considerados partidarios de la inversión privada, mientras que Humala es temido por los inversores pese a que ha moderado su discurso.
Analistas de Global Source Partners dijeron que el triunfo de Villarán podría golpear la potencial candidatura presidencial de Castañeda, pues ésta prometió durante su campaña revisar las cuentas fiscales del actual alcalde.
La popularidad de Castañeda ya fue minada por acusaciones de corrupción, que han sido rechazadas por el edil.
(Reporte de Patricia Vélez. Reporte adicional de Marco Aquino, Teresa Céspedes y Terry Wade. Editado por Ignacio Badal)
Le siguen el pragmático alcalde capitalino Luis Castañeda, con un 19 por ciento; el ex presidente Alejandro Toledo, con un 16 por ciento, y el nacionalista Humala, con un 14 por ciento.
Los tres primeros son considerados partidarios de la inversión privada, mientras que Humala es temido por los inversores pese a que ha moderado su discurso.
Analistas de Global Source Partners dijeron que el triunfo de Villarán podría golpear la potencial candidatura presidencial de Castañeda, pues ésta prometió durante su campaña revisar las cuentas fiscales del actual alcalde.
La popularidad de Castañeda ya fue minada por acusaciones de corrupción, que han sido rechazadas por el edil.
(Reporte de Patricia Vélez. Reporte adicional de Marco Aquino, Teresa Céspedes y Terry Wade. Editado por Ignacio Badal)
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