sábado, 2 de octubre de 2010

CORONEL GOLPISTA FUE ALUMNO DE LA ESCUELA DE LAS AMERICAS

2 Octubre 2010
Por lo menos uno de los tres coroneles arrestados en Ecuador, entre otras cosas por intento de asesinato del Presidente Correa, hizo una estancia de estudios en la siniestra academia militar norteamericana llamada Escuela de las Américas para un entrenamiento activo.
Manuel E. Rivadeneira Tello estuvo en esta institución norteamericana donde se prepararon, desde varias décadas, varios de los personajes más repugnantes de la historia de las dictaduras que sufrió América Latina.
La School of the Americas (en español, Escuela de las Américas), esta situada en Fort Benning,  en la localidad estadounidense de Colombus, Georgia. Su misión principal siempre fue de servir como instrumento para preparar a militares latinoamericanos a “cooperar” con los Estados Unidos.
Manuales militares de instrucción de esta institución desclasificados en 1996 reconocían explícitamente la violación de derechos humanos por el uso de la tortura e incluso el asesinato.
Según el senador demócrata Martin Meehan: «Si la Escuela de las Américas decidiera celebrar una reunión de ex alumnos, reuniría algunos de los más infames e indeseables matones y malhechores del hemisferio».
Los policías arrestados comparecerán ante un magistrado que decidirá si los mantiene en prisión. Los dos otros coroneles fueron identificados como Julio César Cueva y Marcelo Echeverría.
Un escolta del presidente Correa mostró ayer  cuatro impactos de fusil, tres en el capot y uno en el parabrisas del carro, que lo trasladó al Palacio de Gobierno tras su rescate. Demuestran el objetivo de atentar contra la vida del Jefe de Estado.
El Presidente Correa, en camilla, rumbo al hospital.
ESCUELA DE LAS AMERICAS
La Escuela de las Américas (SOA por sus siglas en inglés) fue establecida en Panamá en 1946, y luego transladada a Fort Benning, Georgia en 1984. El presidente de Panamá, Jorge Illueca, describió al SOA como “la base más grande para la desestabilización en América Latina”, y los principales diarios internacionales la apodaron “La Escuela de Asesinos”. La historia apoya estas acusaciones.
En Febrero de 2001, la Escuela de las Américas, cambia de nombre y pasa a llamarse “Instituto del Hemisferio Occidental para la Cooperación de Seguridad” Western Hemisphere Institute for Security Cooperation (WHISC), inaugurado el 17 de febrero del 2001, no hay más que nuevas papeleras, timbres y letreros. El mismo edificio emplazado en los mismos terrenos, mantiene a los mismos instructores enseñando las mismas lecciones de crueldad , tortura y represión.
Cientos de miles de latinoamericanos han sido torturados, violados, asesinados, desaparecidos, masacrados y obligados a refugiarse por soldados y oficiales entrenados en esa Escuela. Los egresados del SOA persiguen a los educadores, organizadores de sindicatos, trabajadores religiosos, líderes estudiantiles, y a los pobres y campesinos que luchan por los derechos de los damnificados.
A lo largo de sus cincuenta y ocho años, el SOA ha entrenado más de 61,000 soldados latinoamericanos en técnicas de combate, tácticas de comando, inteligencia militar, y técnicas de tortura. Estos graduados han dejado un largo trecho de sangre y sufrimiento en los países donde han regresado. Hoy día, la “nueva” Escuela de las Américas (WHISC) entrena mas de mil de soldados cada año.
La historia de muerte que rodea a los graduados de la Escuela de las Américas es larguísima: Cientos de miles de desaparecidos y ejecutados, centenas de miles de torturados, exiliados, y presos políticos dejaron en las dictaduras pasadas. Muchos tienden a pensar que esa historia acabó desde que la Escuela de las Américas cerró sus actividades en Panamá. Otros se han dejado engañar ante el nuevo nombre que hoy tiene. Sin embargo, la “industria de asesinos” sigue funcionando.
Se ha conocido cómo antes del golpe de Estado de Argentina de 1976, se habían graduado en la Escuela del Ejército de las Américas, 600 militares argentinos.
De éstos últimos, 58 militares tenían como plan de estudios, en el período 1970-1975, determinados cursos escogidos: en ellos se graduaron once en “operaciones de contrainsurgencia”, siete en “contrainsurgencia urbana”, trece en “operaciones en el monte”, cinco como “oficial sin mando en inteligencia militar” y seis en “interrogatorio militar”.
Contradiciendo la ingenua imagen del “exceso” ocasional en la tortura cometido por algún represor perverso y psicológicamente desequilibrado, en este último curso, según el testimonio directo de un militar chileno apellidado González, ex-alumno boina negra del curso E-16 de Suboficial de Inteligencia Militar, los militares latinoamericanos eran torturados por sus propios instructores y a su vez se torturaban entre ellos, para poder luego ejecutar mejor ese mismo “procedimiento de interrogatorio” a su enemigo, es decir, a nuestros pueblos.
(Fuente: Enciclopedia contra el Terrorismo)

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