jueves, 30 de septiembre de 2010

POLICIAS SE SUBLEVAN EN ECUADOR Y TOMAN DE REHEN A PRESIDENTE RAFAEL CORREA

30 de septiembre de 2010, 08:53 PM
Por Alexandra Valencia y Santiago Silva
QUITO (Reuters) - Ecuador quedó sumido en un caos institucional el jueves, cuando policías que protestaban contra una ley que golpea sus bolsillos agredieron al presidente Rafael Correa, quien denunció un intento de golpe de Estado y se mantenía encerrado en un hospital rodeado de manifestantes.
Efectivos de las fuerzas de seguridad salieron a las calles de Quito y Guayaquil y militares tomaron un regimiento y una base en protesta contra un recorte de beneficios contemplado en una ley que buscar reducir el tamaño del aparato estatal.
Correa fue a un cuartel policial para intentar mediar y justificar la iniciativa de ley, pero fue abucheado, empujado y golpeado en medio de un tumulto. Cojeando y enfundado en una mascarilla antigases, fue llevado para ser tratado al hospital contiguo al cuartel, que fue rodeado rápidamente por policías.

Rafael Correa: Cojeando y con una mascarilla antigases.
El presidente acusó a los efectivos de traición, de intentar agredirlo incluso dentro del nosocomio y a la oposición política de impulsar un golpe de Estado. Y resaltó que no negociará con ellos hasta que no cesen en su protesta.
"Aquí salgo como presidente o me sacan como cadáver", dijo el mandatario de Ecuador, el socio más chico de la Organización de Países Exportadores de Petróleo (OPEP), a un medio local.
Ecuador, un país en donde fueron depuestos tres presidentes en los últimos 13 años, depende de su riqueza petrolera. Un portavoz de la estatal Petroecuador dijo que operaban con normalidad pero había más militares en campos y refinerías.
Los precios del petróleo treparon a un máximo de siete semanas, a casi 80 dólares el barril, en el mercado de Estados Unidos, en una sesión en la cual operadores señalaron a la crisis en Ecuador como uno de los factores alcistas.
Las operaciones mineras de Ecuador también continuaban como si nada hubiera pasado, según la Cámara de Minería.
Y las agencias de riesgo mantenían sin cambios la ya baja calificación soberana de Ecuador.
Cientos de seguidores del mandatario tomaron las calles para brindarle apoyo y autoridades pidieron ir al "rescate" de Correa, pero cordones de policías intentaban mantenerlos a unas cuadras del hospital y lanzaron gases lacrimógenos contra ellos, según testigos de Reuters.
"El presidente está secuestrado adentro", gritó Fernando Jaramillo, seguidor de Correa de 54 años, frente al hospital.
Tres camiones y un tractor del Ministerio de Obras Públicas llegaron al final de la tarde hasta las inmediaciones del hospital cargando a manifestantes, según el testigo.
Correa, que recibió respaldo de colegas latinoamericanos, la Organización de Estados Americanos (OEA) y de representantes de Estados Unidos y Europa, declaró el estado de excepción por cinco días, que consiste en movilizar militares y policías leales para restaurar el orden en el país.
Pero los militares todavía no aparecían en la zona del hospital. Correa dijo que no ha autorizado una operación de rescate porque quiere evitar un derramamiento de sangre.
El ministro de Seguridad Interna y Externa, Miguel Carvajal, confirmó dos personas heridas en Quito, pese a versiones de medios de que había al menos una víctima.
Todos los medios de comunicación radiales y televisivos del país estaban transmitiendo la misma información. El canal privado Teleamazonas puso el siguiente mensaje: "cadena nacional indefinida e ininterrumpida" y dijo que había sido una orden del Ejecutivo.
La señal que transmitían era la del canal público ECTV Ecuador, que denunció que policías que participaban en la protesta y personas vestidas de civil entraron a la fuerza a sus instalaciones en un intento por cortar su emisión.
RESPALDO MILITAR
Aunque policías y soldados reclamaban en varios cuarteles del país la recuperación de beneficios económicos como el pago de bonos y condecoraciones, y suspendieron su trabajo hasta que se resuelva la situación, la cúpula militar expresó su "pleno respaldo" al presidente socialista.
Militares en desacuerdo con ley de austeridad tomaron las pistas de la base aérea que se ubica junto al aeropuerto de Quito y algunos mostraron pancartas en las que exigían se respete sus beneficios laborales, según testigos de Reuters.
El aeropuerto internacional de la capital estuvo cerrado durante varias horas, pero hacia la tarde volvió a retomar sus operaciones, dijo el alcalde de Quito, Augusto Barrera.
En Guayaquil, la segunda ciudad en importancia de Ecuador, soldados en desacuerdo con la iniciativa de ley también habían tomado el control de un regimiento.
Pero el jefe del Comando de las Fuerzas Armadas, Ernesto González, aseguró que siguen siendo leales al presidente.
Las protestas estallaron cuando Correa estudiaba disolver la Asamblea Nacional, de mayoría oficialista, con la que se enfureció cuando sus propios legisladores mostraron resistencia a una ley para reducir el tamaño del aparato público, una norma clave para que el Gobierno avance en su modelo socialista y que despertó el descontento de las fuerzas de seguridad.
La disolución de la Asamblea Nacional permitiría a Correa gobernar por decreto hasta que se convoquen a elecciones generales, según la Constitución aprobada hace dos años. Su decisión tendría que ser avalada por la Corte Constitucional.
Mientras tanto, tres grandes almacenes fueron saqueadas en Guayaquil, según medios locales, pese a que al término de la tarde algunos policías habían vuelto a trabajar. En esa ciudad, la segunda en importancia del país, muchos trabajadores fueron enviados a sus casas y las escuelas cerraron sus puertas.
Ante esa situación, el jefe de Estado Mayor de la Policía, Florencio Ruíz, exhortó el jueves a la fuerza que deponga la protesta contra el Gobierno.
"PELIGRO DE MUERTE"
Líderes sudamericanos y de otras partes del mundo dieron su apoyo a Correa, mientras que la Organización de Estados Americanos (OEA) celebró una reunión extraordinaria en la que emitió una resolución de apoyo a Correa.
Y los presidentes de la Unión de Naciones Suramericanas (Unasur) se alistaban a viajar a Buenos Aires para reunirse.
"Tenemos que tratar de que este golpe de Estado no se consume y de la mejor manera posible actuando muy rápidamente y de manera unánime", dijo el secretario general de la OEA, José Miguel Insulza después de la reunión del organismo.
En Washington, la representante de Estados Unidos en la OEA indicó que su país observa con atención lo que sucede en Ecuador y manifestó su apoyo al Gobierno democrático.
Argentina confirmó su respaldo, el mandatario chileno Sebastián Piñera llamó a Correa y su aliado venezolano Hugo Chávez también le habló para mostrarle su solidaridad.
"Ojalá haya una reacción (de militares) y se salvaguarde lo que exigimos, la paz en Ecuador", dijo Chávez por la cadena Telesur. "Rafael Correa está en peligro de muerte en este preciso instante, no tiene quien lo defienda", agregó.
Los legisladores oficialistas aseguraron que permanecerían dentro de la Asamblea por tiempo indefinido para "velar por la democracia" y suspendieron una sesión prevista para el jueves por la tarde que buscaba volver a discutir la ley que encendió la mecha de las protestas.
"La Asamblea va a tomar cualquier decisión democrática con la primera condición de que el Presidente retorne a su puesto que es el que le corresponde en (el palacio presidencial) Carondelet", dijo Fernando Cordero, presidente de la Asamblea, por la cadena Telesur.
(Reporte adicional de José Llangari en Quito, María Eugenia Tello en Guayaquil, Nelson Bocanegra en Bogotá, Antonio de la Jara y Juana Casas en Santiago, Guido Nejamkis en Buenos Aires, Marco Aquino en Perú y Daniel Bases en Nueva York. Escrito por Pablo Garibian. Editado por Silene Ramírez)

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