POR: Dante Castro
Premio Nacional de Educación, Premio Casa de las Américas, etc.
Para testimoniar sobre la realidad de los docentes, es mejor escuchar a un docente. Soy docente con 25 años de experiencia. La educación en el Perú está en crisis y la responsabilidad no es de los docentes. Los profesores son la carne de cañón de una guerra declarada contra la educación por quienes la manejan desde las cómodas y bien pagadas oficinas del Ministerio con criterios exclusivamente políticos. Un maestro con 40 horas lectivas a la semana gana un promedio de 780 soles mensuales. En los mejores casos, ganan mil soles mensuales.
Para testimoniar sobre la realidad de los docentes, es mejor escuchar a un docente. Soy docente con 25 años de experiencia. La educación en el Perú está en crisis y la responsabilidad no es de los docentes. Los profesores son la carne de cañón de una guerra declarada contra la educación por quienes la manejan desde las cómodas y bien pagadas oficinas del Ministerio con criterios exclusivamente políticos. Un maestro con 40 horas lectivas a la semana gana un promedio de 780 soles mensuales. En los mejores casos, ganan mil soles mensuales.
Los comerciales que pasan por TV... ¡mienten! Conozco a una profesora que finge ante cámaras que ahora gana 3 mil soles, pero si la van a entrevistar a su centro educativo, comprobarán que percibe sólo mil soles al mes.
Pero después del horario escolar, la labor del maestro continúa en su domicilio, no sólo corrigiendo pruebas y cuadernos, sino rellenando incómodos papeleos impuestos por la cacareada "educación para el siglo XXI" y que sólo tiene por finalidad abortar el proceso de aprendizaje de las nuevas generaciones.
El maestro tiene que luchar por mantener su puesto de trabajo frente al acoso de impresentables directores y directoras que ponen en peligro su sustento. Peores son los funcionarios burocráticos de las UGEL, quienes piden sobornos y hasta recurren al chantaje sexuale con las docentes. Hay un director que ahora me ofrece plaza... si le doy mi primera mensualidad.
La disminución del horario escolar, al cual cada vez le quitan más horas lectivas, va de la mano con la eliminación, dentro de la currícula, de los cursos de humanidades: esos que hacen pensar al alumno en sus semejantes y en el destino del país. El ministro caviar, Nicolás Lynch, que de educación sabe lo que yo sé de mecánica celeste, quitó del plan curricular nacional el curso de filosofía. Adiós a la filosofía. ¿Y el de Economía? ¡Se evaporó también! Y los cursos de Historia, Universal y del Perú, fueron fusionados con Geografía y Educación Cívica en una suerte de torre de Babel llamada "personal social": dos horas por semana en las cuales el docente tiene que hacer acrobacias para cumplir con todos los contenidos.
Los abuelos de mis alumnos tuvieron mejor educación que ellos porque les tocó la reforma educativa de Velasco. Fue lo único bueno de ese régimen en materia de Educación, porque en cuanto a los docentes sindicalizados, se dedicó a perseguirlos, encarcelarlos y deportarlos.
Los docentes tenemos derecho a las sindicalización, como en cualquier país civilizado. Existe el SUTEP para reclamar salarios y nombramientos. Pero ¿qué hay de los demás derechos que reconoce la OIT y son letra muerta?... Quienes despotrican de los docentes, no son docentes. Los hijos de hogares privilegiados, jamás optan por la carrera magisterial, pero caricaturizan al docente cada vez que pueden tomando de ejemplo los casos más patéticos.
El SUTEP no planifica la educación en el Perú: sólo sirve para reclamar aumento de salarios y nombramientos, como todo sindicato. Los docentes le exigimos al SUTEP que sea más audaz en exigir una verdadera política educativa y no quedarse sólo en el plano reivindicativo. Le exigimos, en pocas palabras, que haga política.
El ministro aprista Chang, fue expulsado de la PUCP por bajo rendimiento y salir desaprobado tres veces en el mismo curso; de ahí pasó a estudiar en la facultad que dirigía su padre, en la Villarreal. Y por supuesto, aprobó todos los cursos. Ese señor, que nunca supo cómo es vivir con sueldo de docente, pretendía evaluar a los maestros con una prueba cuyas respuestas se siguen vendiendo al mejor postor.
Para lograr pasar la evaluación y conseguir plaza de trabajo, hay que pagarle a la mafia aprista 4 mil soles; porque si sólo apruebas el examen y no consigues plaza, tendrás que volver a dar un nuevo examen como si no hubieses aprobado el anterior... y así sucesivamente. La cutra se divide así: mil soles son para quien te vende la prueba, mil soles son para los examinadores, mil soles son para el director que te dará la plaza y otros mil para el presidente de la APAFA que aprobará, con el director, la contratación.
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