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martes, 19 de abril de 2011

HOY HABLA JULIO YOVERA SOBRE JOSÉ MARÍA ARGUEDAS EN LA CASA DE LA LITERATURA

Hoy martes a las 6 de la tarde en la Casa de la Literatura (a espaldas de Palacio de Gobierno) el profesor Julio Yovera Ballona presentarà una ponencia sobre José María Arguedas.
La Academia Peruana de la Lengua, conocedora de los aportes pedagógicos del profesor Yovera, decidió recibir su ponencia para el Congreso Internacional José María Arguedas, evento que enfoca la obra del Amauta en su condición de estudioso de la educación peruana.
El congreso reunirá a muchos estudiosos venidos de todo el mundo. El aporte de Yovera es original porque hace un paralelo entre Paco Yunque, personaje de César Vallejo y Rendón Huilca, el personaje de Arguedas en su obra Todas las Sangres. 

sábado, 5 de febrero de 2011

DEL 18 AL 20 DE ABRIL CONGRESO INTERNACIONAL SOBRE ARGUEDAS

Entre el 18 y 20 de abril se efectuará en Lima, el CONGRESO INTERNACIONAL JOSÉ MARÍA ARGUEDAS, con ocasión del centenario de su nacimiento. El evento lo organiza la Academia de la Lengua del Perú y la Facultad de Letras y Ciencias Humanas de la Universidad Nacional Mayor de San Marcos.
Elo programa es el siguiente:

VIDA Y OBRA DE JOSÉ MARÍA ARGUEDAS ALTAMIRANO
(1911-1969)
18 al 20 de abril 2011
PROGRAMA
LUNES 18 DE ABRIL
Lugar: Casa de Osambela
10:00 a. m.
Palabras de Marco Martos Carrera, Presidente de la Academia Peruana de la Lengua.
Inauguración a cargo de Juan Ossio Acuña, Ministro de Cultura.
Intervención de Eduardo Lago, Director del Instituto Cervantes de Nueva York.
Conferencias
10:30 a. m.
«Aproximación a la narrativa de José María Arguedas en el centenario de su nacimiento»
Eugenio Chang-Rodríguez (Academia Peruana de la Lengua)
«José María Arguedas y la construcción del lenguaje de la identidad mestiza»
Nelson Osorio Tejeda (Universidad de Santiago de Chile)
Mesa 1
11:30 a. m.
1. «El sincretismo religioso, una perspectiva, en Los ríos profundos de José María Arguedas»
Emma Aguilar Ponce (Universidad de San Martín de Porres)
2. «Una poética del cuerpo en Los ríos profundos de José María Arguedas»
Víctor Rumay Najarro (Universidad Nacional Mayor de San Marcos)
3. «Los ríos profundos: hacia una infancia de la historia del Perú»
Alejandro Zamora (York University – Toronto, Canadá)
4. «Once piedras vallejianas en Los ríos profundos»
Vicente Cervera (Universidad de Murcia - España)
5. «Reflexiones arguedianas: el castellano»
Ricardo Falla Barreda (Universidad Nacional Mayor de San Marcos)
Mesa 2
3:00 p. m.
Lugar: Instituto Raúl Porras Barrenechea
1. «Poética de Los ríos profundos»
Humberto Alexis Rodríguez (Universidad Distrital Francisco José de Caldas - Colombia)
2. «Los ríos profundos: la búsqueda (in)viable de un mañana con voces múltiples»
Lenin Lozano Guzmán (Universidad Nacional Mayor de San Marcos)
3. «Los ríos profundos: retablo de un forastero andino»
Julio Noriega Bernuy (Knox College – EEUU)
4. «Los estilos de pensamiento en Los ríos profundos»
Camilo Fernández Cozman (Academia Peruana de la Lengua)
Mesa 3
4:30 p. m.
1. «Arguedas y el visionario de la diversidad y pluriculturalidad: en el Perú están todas las sangres y todas las oportunidades»
Efraín Cáceres Chalco (Universidad Nacional de San Antonio Abad del Cusco)
2. «La construcción metafórica sobre la comunidad peruana en el discurso de la lengua española en la novela Todas las sangres de José María Arguedas»
Víctor Huamalies Chirito (Universidad Nacional Federico Villarreal)
3. «Todas las sangres en el pensamiento identitario de Hispanoamérica»
Rolando Álvarez (Universidad de Guanajuato - México)
Mesa 4
5:30 p. m.
1. «Tradición y modernidad en Todas las sangres»
Nécker Salazar Mejía (Universidad Nacional Federico Villarreal)
2. «Los vectores y las paradojas en Todas las sangres de José María Arguedas y en Pedro Páramo de Juan Rulfo»
Christian Egoavil (Universidad Antonio Ruiz de Montoya)
3. «José María Arguedas: Todas las sangres de los condenados»
Fernando Muñoz Cabrejo (Universidad Nacional Mayor de San Marcos)
Mesa 5
6:30 p. m.
1. «La otra modernidad y el socialismo peruanos según José María Arguedas en El zorro de arriba y el zorro de abajo»
César Ángeles Loayza (PUCP / UNIFÉ)
2. «Fracturas del discurso crítico y el discurso clínico en El zorro de arriba y el zorro de abajo»
Gladys Flores Heredia (Universidad Nacional Mayor de San Marcos)
3. «La ciudad de Lima en El zorro de arriba y el zorro de abajo»
Sonia Luz Carrillo Mauriz (Universidad Nacional Mayor de San Marcos)
4. «La escritura de José María Arguedas en la dirección de El zorro de arriba y el zorro de abajo»
Manuel Pantigoso Pecero (Academia Peruana de la Lengua)
5. «El zorro que calla y el zorro que habla: tradición y ruptura en El zorro de arriba y el zorro de abajo»
Crisanto Pérez Esain (Universidad de Piura)
MARTES 19 DE ABRIL
Mesa 6
3:00 p. m.
Lugar: Instituto Raúl Porras Barrenechea
1. «Erotismo, alteridad y sacralizad cósmica: una lectura de “El forastero” de José María Arguedas»
Américo Mudarra Montoya (Universidad Nacional Mayor de San Marcos)
2. «La agonía de Rasu-Ñiti y la inclusión de José María Arguedas en el universo de lo real maravilloso»
Reynaldo Santa Cruz (Universidad Nacional Mayor de San Marcos)
3. «La pasión sádica en Diamantes y pedernales»
Segundo Castro García (Universidad Nacional de Ancash «Santiago Antúnez de Mayolo» - Huaraz)
4. «La perspectiva del autor implícito en la obra de José María Arguedas. De una visión indigenista a una visión andina»
Manuel Larrú Salazar (Universidad Nacional Mayor de San Marcos)
Mesa 7
4:30 p. m.
1. «Oda al jet o del espacio de revelaciones sobre lo divino en lo humano»
Yesabeth Muriel Guerrero (Universidad Nacional Mayor de San Marcos)
2. «¡Somos todavía! Tinkuy y dolor cósmico de Tupac Amaru Kamaq Taytanchisman (A nuestro Padre Creador Tupac Amaru), de José María Arguedas»
Antonio Rodríguez Flores (Universidad Nacional Mayor de San Marcos)
3. «José María Arguedas: tránsito y solidaridad de los sentimientos en el universo andino»
Mauro Mamani Macedo (Universidad Nacional Mayor de San Marcos)
4. «Katatay, sabotaje y epistemología poética»
Javier Morales Mena (Universidad Nacional Mayor de San Marcos)
Mesa 8
6:00 p. m.
1. «Actualidad de un entusiasmo y varias admoniciones: Arguedas ensayista del Perú de ayer y hoy»
Bernardo Massoia Peralta (CONICET - Argentina)
2. «Arguedas ¿traductor o traidor?»
María Luisa Roel Mendizábal (Universidad Nacional Mayor de San Marcos)
3. «Arguedas y el ensayo: El indigenismo de Arguedas desde las crónicas y documentos coloniales»
Christian Fernández (Louisiana State University – EEUU)
4. «Debates sobre la función del intelectual latinoamericano. La polémica Arguedas - Cortázar»
María Inés Aldao (Universidad de Buenos Aires)
Mesa 9
7:30 p. m.
1. «Las escuelas de Rendón Wilka y Paco Yunque son excluyentes. El magisterio arguediano o el reto de educar en el Perú»
Julio Yovera Ballona (Universidad Nacional Mayor de San Marcos)
2. «Lectura polifónica de “El sueño del pongo”. Construcción de un método de lectura en la formación de profesores de literatura»
Elmer Manayay Tafur (Universidad Nacional Pedro Ruiz Gallo - Lambayeque)
3. «José María Arguedas en La Cantuta (memoria y docencia)»
Raúl Jurado Párraga (Universidad Nacional de Educación Enrique Guzmán y Valle)
4. «Arguedas: una escritura de la reciprocidad y la ética»
Fernando Rivera Díaz (Tulane University - EEUU)
5. «Arguedas, entre la utopía y la realidad»
Tito Cáceres Cuadros (Universidad Nacional San Agustín de Arequipa)
MIÉRCOLES 20 DE ABRIL
Mesa 10
10:00 a. m.
Lugar: Instituto Raúl Porras Barrenechea
1. «Alegorías de la nación heterogénea. Abyección, africanía y violencia en El Sexto de José María Arguedas»
Richard Leonardo Loayza (Universidad Nacional Federico Villarreal)
2. «Música, danza, canto y poder en Arguedas: Una aproximación a las luchas simbólicas en El Sexto»
Jorge Terán Morveli (Universidad Nacional Mayor de San Marcos)
3. «Hombres y rejas en El Sexto, de José María Arguedas»
María Dolores Adsuar Fernández (Universidad de Murcia - España)
4. «La poética neorrealista en El Sexto: la construcción de la marginalidad»
Dante Ramírez La Torre (Universidad Nacional Mayor de San Marcos)
Mesa 11
11:30 a. m.
1. «Lo oculto que se hace presente»
Aymará de Llano (Universidad Nacional de Mar del Plata - Argentina)
2. «El mestizaje cultural en los escritos antropológicos de José María Arguedas»
Renatto Merino Solari (Universidad Científica del Sur)
3. «La teoría postcolonial y la narrativa de José María Arguedas, Arundhati Roy y Geetanjali Shree»
Lipi Biswas Sen (Jawaharlal Nehru University, New Delhi)
4. «José Marti y José María Arguedas en Nueva York».
Raquel Chang-Rodríguez (City College - Graduate Center, CUNY)
Mesa 12
3:00 p. m.
1. «Arguedas, estudiante en Ica»
Jesús Cabel (Universidad Nacional Jorge Basadre Grohmann - Tacna)
2. «Arguedas, utopía moral»
Danilo Sánchez Lihón (Universidad Nacional Mayor de San Marcos)
3. «Editar a José María Arguedas: el caso de Yawar fiesta»
Antonio Cajero Vásquez (El Colegio de San Luis - México)
4. «Yawar fiesta, alegoría de las transformaciones socio-culturales del campo y de la ciudad»
Gabriela McEvoy (Lebanon Valley College - Pennsylvania)
Mesa 13
4:30 p. m.
1. «Presencia de Arguedas en la plástica peruana actual»
Paolo de Lima (Universidad Nacional Mayor de San Marcos) / Victoria Guerrero (PUCP)
2. «José María Arguedas e Ima Sumac (1940-1950). Diálogo de sordos»
Ulises Juan Zevallos Aguilar (The Ohio State University - EEUU)
3. «Arguedas, la Utopía andina, Vargas Llosa»
Bernardo Rafael Álvarez (Universidad Nacional Federico Villarreal)
4. «El indigenismo de Arguedas en las primeras aproximaciones del joven Vargas Llosa»
Jorge Valenzuela Garcés (Universidad Nacional Mayor de San Marcos)
Conferencias
6:00 p. m.
«La escritura utópica de José María Arguedas»
Miguel Ángel Huamán (Universidad Nacional Mayor de San Marcos)
«Extranjeros, forasteros y "forasteritos" en la narrativa de Arguedas; el caso del arpista "upa"
don Anselmo (Diamantes y pedernales
Tomás G. Escajadillo (Universidad Nacional Mayor de San Marcos)
Ceremonia de clausura:
7:00 p. m.
Lugar: Instituto Raúl Porras Barrenechea
Presentación de las Actas del Congreso Internacional José María Arguedas. Vida y obra.
Aníbal Paredes Galván, Editorial San Marcos.
Marco Martos Carrera, Presidente de la Academia Peruana de la Lengua.
Exposición bibliográfica permanente a cargo de Jorge Puccinelli Converso
ACADEMIA PERUANA DE LA LENGUA
Palacio de Osambela
Dirección: Conde de Superunda N.º 298, Lima
Telefax: 428-2884
Correos electrónicos: academiaperuanadelalengua@yahoo.com
congreso@academiaperuanadelalengua.org
INSTITUTO RAÚL PORRAS BARRENECHEA
Dirección: Colina 398, Miraflores
COMITÉ ORGANIZADOR
Marco Martos Carrera, Ismael Pinto Vargas, Gladys Flores Heredia, Javier Morales Mena,
María Luisa Roel Mendizábal, Leonor Rojas Domínguez, Bernardo Massoia y Magaly Rueda Frías.
COMITÉ DE APOYO
Carlos León Morillo, George Aréchaga Reyes, Lady Leyva Ato, Gildo Valero Vega y María del Rosario Acuña Loayza

domingo, 30 de enero de 2011

PROHIBIDO ODIAR A JOSÉ MARÍA ARGUEDAS

"Si no vives para servir, no sirves para vivir" es el lema de  http://www.mesterdeobreria.blogspot.com/
 
Por:  CARLOS MENESES.
José María Arguedas se enfrentó al APRA y cumplió condena por ello. Recientemente le negaron a este 2011 llevar el nombre del escritor, a cien años de su nacimiento. Sin embargo, todos quieren a José María; nadie al APRA.
Sólo lo vi una vez, fue en Lima, me parece que en 1957. Él hablaba pausadamente con los que estaban más próximos, en la mesa del bar. Yo sólo escuchaba. No tuve una nueva oportunidad de verlo y, sobre todo, de poder conversar con él.
Era una de las deudas que tenía conmigo mismo. La lectura de “Los ríos profundos” me había impresionado más que esa reunión con el autor, pero yo sabía que conversando con él esa diferencia desaparecería, la obra y el autor estarían a la misma altura.
Sólo unos 7 u 8 años más tarde viviendo ya fuera del Perú, tuve la satisfacción de leer “Todas las sangres”. Cada página que concluía era un retrato de lo que significa la desigualdad. Una porción del dolor del auténtico peruano maltratado. Sentía voces lanzadas con ferocidad, y ayes, quejidos como toda respuesta.
De las páginas del libro salían los indios heridos, sus mujeres violadas, los niños sin alfabeto y trabajando desde que tenían uso de razón. ¿Y quién tiene la culpa? ¿Y quién queda indiferente ante ese cuadro? ¿Y quién manda y se adueña de todo?
Uno piensa cuando termina la lectura de “Todas las sangres”, ¿Arguedas estuvo presente en ese mundo? ¿Arguedas los vio sufrir? ¿Arguedas supo quién tiene la culpa? Y también uno se entera. Arguedas aprendió primero quechua que castellano. Arguedas alimentó su imaginación con los cuentos de las sufridas y valerosas mujeres indias.
Arguedas se afilió al Partido Comunista para luchar más abiertamente contra la injusticia. Arguedas vive, ha vivido, vivirá a través de su obra, defendiendo a esos otros peruanos humillados. Demostrando la insolidaridad de muchos y clamando por la igualdad, por los mismos derechos para todos. Y al terminar de leer “Los ríos profundos”, “El zorro de arriba y el zorro de abajo”, “Agua”, “Todas las sangres”, los otros libros en los que Arguedas escribe acerca de la realidad peruana como sobre un pentagrama de dolor, uno se pregunta: ¿Y todo va a seguir igual? ¿Y a pesar de esta denuncia emocionada e inteligente, no habrá cambio? ¿Continuará la indiferencia? ¿La sociedad peruana seguirá fragmentada en muchas partes, por culpa de complejos raciales e injusta distribución de la riqueza? Y así ha seguido.
Y aunque se han levantado otras voces después de Arguedas, y se levantaron otras (Mariátegui, Vallejo y más) antes de Arguedas, no hay variante. Hay apego a la costumbre de la indiferencia total. Hay aquello de “yo vivo bien, allá los otros”.
Y finalmente uno se dice, y dice a los demás, y escribe: ¿pero a Arguedas no se le tendría que aplaudir unánimemente? ¿Acaso no ha retratado al Perú con nitidez poniendo el alma? ¿No ha sido él quien ha mostrado en toda su plenitud el drama? ¿No hay premio para su memoria?
El año que corre, el de sus cien años de nacido, merecía ser llamado “Año de José María Arguedas”. ¿Y por qué no se le llamó así? Pregunta con fácil respuesta. No pertenecía a la clase de los indiferentes. Se significó como defensor del indio. Mostró las lacras del país. Quiso un Perú mejor donde unos no pisaran el cuello de los otros.
Sobre todo, el año no llevará su nombre porque Arguedas era comunista. Porque era como Oquendo de Amat, es decir: porque se enfrentó al APRA. Y eso se castiga; lo estamos viendo. Solo hay que leer “El Sexto”, el libro en el que muestra la ferocidad de la cárcel, el enfrentamiento entre comunistas y apristas tras las rejas de la prisión.

viernes, 28 de enero de 2011

SOBRE HÉROES Y TUMBAS: ALFREDO TORERO Y JOSE MARÍA ARGUEDAS

Ciro Alegría, José María Arguedas y Antonio Cornejo Polar.

















POR. NELSÓN MANRIQUE
Alfredo Torero es uno de los intelectuales peruanos de mayor valía del siglo XX y su contribución a la comprensión de la historia social andina es fundamental. Estudió derecho en San Marcos y lingüística en la Sorbona, en París. Decidió abordar la historia social andina utilizando la lengua como fuente histórica para entender procesos histórico-sociales fundamentales.
Reconstruir la historia social andina plantea un reto metodológico. Las sociedades andinas no desarrollaron una escritura que permitiera contar con documentos que narren su historia. De acuerdo con la concepción tradicional, según la cual la historia comienza con la escritura, las sociedades andinas precolombinas serían “prehistóricas”. Y, sin embargo, al momento de la conquista eran ampliamente superiores a Europa en varias ramas fundamentales, como la agricultura, la medicina, la organización política estatal, etc. Están en juego 3000 años de historia de las altas civilizaciones andinas. El aporte de Alfredo Torero para reconstruir esta historia es fundamental.
¿Cómo hacer una historia sin textos? Todo producto humano puede ser leído como un texto histórico. De esa manera se utilizan los ceramios, los textiles, las esculturas, las edificaciones, los restos funerarios, etc., como evidencias históricas que contienen una información valiosa.
La lengua, en tanto producto cultural, puede ser también usada como una fuente histórica; el problema es cómo utilizarla. La forma como Alfredo Torero lo hizo constituye el meollo de su aporte más perdurable. Utilizando la glotocronología léxico-estadística, un método que permite determinar si dos lenguas contemporáneas están emparentadas o no y, de estarlo, hace cuánto tiempo que se separaron del tronco lingüístico común, pudo reconstruir la historia de dos de los tres idiomas generales del Perú: el quechua y el puquina, determinando sus fases de dispersión, su proceso de dialectización y la emergencia de lenguas distintas, ininteligibles entre sí. Las implicaciones de este trabajo son trascendentales. La expansión o contracción del área de dispersión lingüística de una lengua tiene una evidente correlación con la expansión o la contracción de la influencia de la sociedad que la habla, sea esta económica, social, política, cultural o religiosa. El trabajo de Alfredo Torero permite pues tener una visión dinámica de la forma cómo las distintas sociedades andinas ocuparon el espacio de los Andes e impusieron su dominación sobre la naturaleza y sobre otros pueblos, sea por conquista militar, económica o religiosa. Correlacionando sus resultados con los de las investigaciones de Martha Hardmann sobre el aymara surge un conjunto de hipótesis revolucionarias que obligan a repensar todo lo que sabemos sobre la historia social precolombina, incluida la supuesta filiación quechua de los incas del Cusco. Torero comparó sus resultados con los testimonios de los cronistas de la conquista y echó luz sobre cuestiones desconcertantes, como el hecho de que cincuenta años después de la conquista la ciudad del Cusco fuera una isla de quechua en medio de un mar de pueblos aymara parlantes (tiempo después pude comprobar que también en Arequipa, y en particular en el Valle del Colca, el aymara seguía teniendo una muy fuerte presencia aún en el siglo XVII). Su trabajo ha sido singularmente fecundo, aunque por desgracia muchos de los que lo han utilizado no han reconocido su deuda intelectual con él.
JOSÉ MARÍA
“¿Ha leído usted mi última novela?”. José María Arguedas se había detenido, volvió sobre sus pasos, y tímidamente me planteó esa pregunta. “No doctor, aún no”. “Entonces, me gustaría obsequiársela”. Nos dirigimos a su viejo Volswagen y sacó un ejemplar de Todas las sangres. “¿Cómo apellida?”, me preguntó. A continuación escribió muy serio: “Para el señor Nelson Manrique, con el aprecio de José María Arguedas”. Me entregó el libro, se despidió con esa su sonrisa única y se marchó a su oficina.
Yo estaba boquiabierto. Estaba en el Centro Federado de Ciencias Sociales en la Universidad Agraria cuando él asomó. No recuerdo a quien estaba buscando, pero yo estaba solo en el local. Tampoco recuerdo cómo se inició la conversación, aunque después supe que era muy fácil hablar con él. Empezó a conversar con tal simpatía que se me quitó la timidez y charlamos animadamente de muchas cosas de las cuales no guardo memoria. Le interesó saber si era provinciano y se animó aún más cuando le conté que era huancaíno. Por entonces yo ignoraba que él había vivido en Huancayo cuando estudió la secundaria. En algún momento le dije que estaba sorprendido de su incapacidad de sentir odio. Esto le intrigó y me pregunto por qué. “Imagino que El Sexto es autobiográfico, doctor Arguedas”, le dije. “Sí, completamente –contestó-, ¿por qué?”. “Porque no se cómo después de haber vivido todo eso usted puede estar tan limpio de rencor”. “¡Qué alivio!”, me contestó con una gran sonrisa. “Pensé que se refería a otra cosa. Durante un tiempo fui director de la Casa de la Cultura y eso me trajo unos dolores de cabeza que usted no se imagina”. Sólo tiempo después supe de su primer intento de suicidio, en la Casa de la Cultura.
Siempre me sorprendió que nunca se tutearan, y que conservaran el formal trato de “usted"
Corría junio de 1968 y José María Arguedas era ya una figura intelectual de primer orden. En la facultad lo veíamos a diario, yendo a clases, a su oficina, o buscando a sus dos grandes amigos, Manuel Moreno Jimeno y Alfredo Torero. Lo admiraba, como todos, pero esa era la primera vez que conversaba con él. Después de un rato terminamos la plática, nos despedimos y empezaba a irme cuando me llamó y me obsequió su novela autografiada. ¡Y era la primera vez (felizmente no la última) que conversamos!
ALFREDO
Estaba en Piura cuando recibimos la noticia de que José María Arguedas se había pegado un tiro. Algunos estudiantes de la Agraria habíamos decidido dejar la universidad para irnos a trabajar con los campesinos, cuando la reforma agraria empezaba. La noticia nos dejó aturdidos. Estaba con Rosita Guerra cuando nos enteramos. Su primera reacción fue: “¡Cómo va a afectar esto a Alfredo Torero!”. Yo sabía que los dos eran muy buenos amigos pero ignoraba hasta qué punto Alfredo se sentía aislado, por razones ideológicas, en la universidad, y en qué medida ambos habían sido durante esos años un respaldo uno para el otro. Sólo años después, cuando nos hicimos amigos, supe cuán entrañable había sido la relación entre los dos. “El muy bandido se las arregló para hacerme recorrer el lugar donde iba intentar suicidarse, horas antes de hacerlo. ¡Dos veces!”, me contó Alfredo risueñamente un día. Después supe que Arguedas le había confiado los sobres con sus cartas póstumas, en la oficina donde un momento después se dispararía el balazo definitivo.
Siempre me sorprendió que nunca se tutearan, y que conservaran el formal trato de “usted”, pero creo que eso correspondía a la formación de José María Arguedas. Con Alfredo llegamos a tutearnos, a pesar de que nos separaba la edad; es evidente que se sentía cómodo con el trato en confianza, pero él entendía que para Arguedas era fundamental la cortesía serrana que había aprendido en su infancia.
Alfredo Torero es, con el mayor derecho, una de las personas a las que puedo llamar mi maestro. Curiosamente fue mi profesor apenas dos semanas, hasta que un receso universitario canceló definitivamente el curso de Introducción a la Lingüística que había empezado a enseñarnos. Pero, cuando decidí virar desde la sociología hacia la historia, él fue quien me guió en las lecturas imprescindibles. Fue el interlocutor con el que pude articular una visión del país que me sirvió para comenzar. Tuve la suerte de tener excelentes profesores, pero con el tiempo uno descubre que lo esencial se aprende de los maestros; aquellas personas que ejercen una influencia definitiva en nosotros.
SOBRE HÉROES Y TUMBAS
Alfredo Torero fue para mi generación un maestro de ciencia y de vida. Su honestidad, integridad y valor fueron la demostración práctica de que siempre se puede ser coherente con aquello en que uno cree, a pesar de lo difíciles que puedan llegar a ser las circunstancias. De una manera u otra siempre estuvo más bien solitario. No lo buscaba, pero tampoco le temía a la soledad. Afrontó los últimos años con la misma integridad con que vivió toda su vida.
Conversé por teléfono con él pocas semanas antes de su muerte. Sabía que su cáncer era terminal. Estaba solo en Holanda, desconocía el idioma y no sabía qué iba a ser de él, pero mantenía la entereza de siempre. Por fortuna, sus hermanas pudieron llevarlo a Valencia y murió acompañado de sus seres queridos, entre gente que hablaba su idioma. Con él murió su ilusión de poder retornar al Perú. Una deuda más que reclamarle al Perú oficial.
La vida tiene ironías y para mí una de ellas es que la muerte sea motivo para volver a asociar a José María y Alfredo. José María Arguedas empieza a tener el reconocimiento que merece, pero su cadáver no tiene descanso. En su “¿Último diario?” (el mismo que le confió a Alfredo y en que dejó testimonio de su cariño por él) dejó instrucciones muy detalladas sobre lo que quería que se hiciera con su cuerpo. Entre ellas no figura que se trasladaran sus restos.
Alfredo Torero murió solo, lejos del país que amaba y al que le dedicó todo su trabajo, desconocido para la mayoría de los peruanos, que ni siquiera tienen idea de la magnitud de la pérdida que significó su muerte para todos, y que ignoran la envergadura de su legado intelectual. Ojalá algún día se le brinde el homenaje de estudiarlo, de aprender de su inimitable magisterio. Que no sea su destino el que sus restos mortales se conviertan en un botín en disputa. Porque si no se trabaja por difundir y desarrollar sus ideas, los héroes culturales terminan siendo fetiches, útiles para las ceremonias oficiales, despojados de lo que los pone por encima de su terrena mortalidad: su rol de guías permanentes de sus colectividades.

martes, 18 de enero de 2011

REDOBLE POR JOSE MARÍA ARGUEDAS

CONGLOMERADO CULTURAL
Promoviendo integración de creadores
Lambayeque-Perú
“AÑO DEL CENTENARIO DEL NACIMIENTO DE JOSÉ MARÍA ARGUEDAS ALTAMIRANO”

Email: http://es.f266.mail.yahoo.com/ym/Compose?To=conglomeradocultural2005@yahoo.es

Tfnos contactos. (074) 773923 / (074)978863151 /
Dirección coordinaciones: 8 de Octubre Nº 924-Lambayeque-Perú

“TODA LA LITERATURA LAMBAYECANA EN:
http://literaturaenlambayeque.blogspot.com/
 
REDOBLE POR JOSÉ MARÍA ARGUEDAS ALTAMIRANO”
Un río profundo de sangre
 
 En la vida de un intelectual polifacético, varias pueden ser sus cualidades destacadas, pero quizá una se erija por encima de las demás: el ser maestro. En este centenario de nacimiento de José María Arguedas (Andahuaylas, 18 de enero de 1911- 18 de enero de 2011), parecen reclamarlo con exclusividad y exclucencias los políticos de izquierda como reivindicación de lo que preconizó Arguedas sin ser marxista ni comunista.
Arguedas gestó embrionariamente el conocimiento y revaloración de la cultura andina, lo que deja en claro que para estar con el pueblo y revalorar sus manifestaciones no es condición sine qua non ser un activo militante de una ideología política. Esa condición de ser maestro sin contar con título pedagógico, prevalece por encima de sus calidades como escritor, etnólogo, investigador, antropólogo.
ARGUEDAS EL PEDAGOGOCO
Arguedas refunda una nueva pedagógica popular y una nueva forma de hacer política no militante: reivindicar el mundo andino, tender puentes entre dos civilizaciones en conflicto permanente. Buscar que una sea complemento de la otra. Tratar que no existan culturales superiores ni inferiores. Evitar que ese conflicto interétnico, social, cultural, religioso, económico no entre en conflagración, eso es quizá más memorable y aleccionador que todos sus escritos. Un político tradicional, de cualquiera de las polaridades de izquierda o derecha, hubiera propugnado violencia fratricida y que gane el más fuerte. Arguedas, buscó con el estudio de la cultura andina, sus mitos, leyendas, bailes, idioma,  tradiciones, costumbres, música, no tratar de imponerlo, sino rescatarlo y presentarlo al mundo como un complemento de un todo. Esa actitud incluyente diferencia y perenniza a Arguedas y lo hace más grande que sus propios escritos y estudios. No es el saber enciclopédico, los títulos profesionales o la cientificidad de la investigación, lo que hace que un aporte sea imperecedero, es la actitud humanizadora y la correspondencia entre lo que dices y haces. Arguedas no buscó destruir la civilización “blanca” para hacer prevaler la “indígena”. No odio el castellano para imponer el quechua, buscó un sincretismo. Nos buscó oponer  al hombre del ande con el de la costa; el de la ciudad contra el de la zona rural; el rico contra el pobre. Buscó una reivindicación  de lo autóctono, de lo andino, de lo folklórico, de lo tradicional, de lo marginal a partir de la revaloración, la investigación y el conocimiento. Esas conductas intelectuales conciliatorias, eclécticas son de las más raras y escasas. Se da sólo cuando se tiene una visión pedagógica y no meramente antropologizante, sociologizadora o etnológica. Arguedas llevó su magisterio de escritor andino, al punto de confluir todas las sangres. Es por supuesto una utopía arcaica, es un enfrentamiento permanente entre el potivismo emergente de época y el enfoque socio-crítico para los estudios socio-educativos. Arguedas sufre su martirologio personal y social, profesional y cultural, eso lo hace un escrito excepcional. Enfrentarse a las corrientes de época tanto con la corriente estructuralista del boom latinoamericano (donde hasta el mismo Julio Cortázar, metió su cuchara despotricante y ninguneante contra Arguedas). De la misma manera el cientificismo positivista petulante, minimizó y cuestionó severamente “la materialización de lo subjetivo” en el pensamiento andino. Estos avatares, lejos de dar con Arguedas en el suelo, lo erigió en el pedestal de la inmortalidad, el símbolo de los pueblos, de las culturas oprimidas, de la reivindicación de lo andino, de la sed de justicia popular, de la preservación de las culturas nativas, de sus productos socio-culturales.
Creo que el magisterio de Arguedas lo ha llevado a ser el escritor y maestro por antonomasia que reclama esta nueva sociedad llena de científicos sin ciencia de pueblo; lleno de profesores sin magisterio; lleno de sociólogos de diagnósticos; antropólogos de negocio; etnólogos de libros. Arguedas no necesitó mimetizarse y camalonearse, fue uno de ellos, vivió su drama, pensó, comió como y con ellos. Eso es más meritorio en una sociedad donde se investiga a control remoto y se hace análisis a partir de videos editados, informes trucados-novelados o fotos instantáneas. Arguedas seguirá siendo el hombre que le dio a la historia de los pueblos el mismo rostro que otros quería desfigurar.
ARGUEDAS EL ESCRITOR
José María Arguedas es la más alta cumbre del costumbrismo no sólo peruano, sino sudamericano. Su condición de quechuahablante y hispanohablante, generan en él una condición excepcional para trasmitir la dulzura del lenguaje quechua complementado con el descritivismo del castellano.
Los ríos profundos” se lee con devoción y nostalgia en todo el territorio peruano. Es la historia misma de Arguedas, transfigurado en el niño Ernesto que va por los pueblos y a su paso hace un paneo de todas las costumbres y tradiciones, lleva consigno su nostalgia, sus impresiones, su ternura, la inocencia de su zumbayllu, juguete mágico-mítico en la que de esconde su alma, su pasión y su ternura, volcada en toda la novela.
Y el cuento, convertido en la más magistral pieza dramática del extremo de la injusticia entre ricos y pobres, “El sueño del pongo”, se eleva a la categoría universal de los referentes para sensibilizar a cualquier auditorio, en cualquier cultura, espacio, latitud y tiempo histórico.
El Conglomerado Cultural, organización cultural multidisciplinar y multiartística, consciente que honrar a las personas y sus creaciones, es más importante que cualquier interés de cálculo económico mediático o de subordinación política de los gobiernos de turno, se suma a las protestas y al planteamiento de reivindicar al insigne escritor y folklorista peruano José María Arguedas Altamirano, honrando el año 2011 con su nombre por los siguientes motivos:
1.- José María Arguedas Altamirano es el escritor del Perú profundo, autóctono y andino más grande que ha parido los cerros, los ríos profundos, las quebradas. Su escritura no sólo es la más fiel al sentimiento andino y su sincretismo, sino que es el traductor y puente entre el quechua original del Perú y el castellano conquistador.
2.- José María Arguedas Altamirano simboliza el investigador folklorista por antonomasia, el escritor que abrió de par en par el ande sudamericano y su espíritu a la cultura occidental.
3.- José María Arguedas Altamirano, le pertenece a todos y nadie puede apropiarse su exclusividad ni ideológica, estética ni social: nació, vivió y murió para encontrar puentes culturales y en su ruta de vida buscó la integración, el respeto por los oprimidos con sus tradiciones, costumbres y vivencias. Querer polarizarlo antagónicamente hacia un sector ideológico, puede ser tan pernicioso, para un hombre que murió incomprendido y ninguneado por un sector de la intelectualidad de su época.
4.- Conocido el perfil e importancia de este escritor, todos los intelectuales, poetas, narradores esperamos que este año 2011 se denominara “Año del centenario del nacimiento de José María Arguedas Altamirano” pero no, se optó por el impulso marketero de un resto arqueológico que no se le resta importancia, pero asomó una vez más la cosificación en el orden de importancia y prioridad de la concepción de cultura en el Perú. Y contraviniendo cualquier reivindicación el gobierno de turno, junto a su partido gobernante, inconsecuente con sus ideales fundacionales, les dio la espalda a la cultura viva y el reconocimiento a sus hombres que dejaron huella, desestimando el clamor nacional de los hombres de cultura.
5.- Dado esta circunstancia, nos declaramos en rebeldía y asumimos la denominación del año 2011 en nuestros documentos y envíos con post membrete hasta el 31 de diciembre de 2011: “AÑO DEL CENTENARIO DEL NACIMIENTO DE JOSÉ MARÍA ARGUEDAS ALTAMIRANO”, escrito simbólicamente con color rojo, de todas las sangres. 
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ORGANIZACIÓN FUNCIONAL
CONGLOMERADO CULTURAL-LAMBAYEQUE-PERÚ

NICOLÁS HIDROGO NAVARRO
Coordinador General

TERESA LILIANA MENOR ALARCÓN
Coordinadora de Noches de Cuento


LUIS ANTONIO HEREDIA GONZALES
Coordinador de Noches de Poesía


JAVIER VILLEGAS FERNÁNDEZ
Coordinador Noches de Libros


COMENTARISTAS OFICIALES

NOCHES DE CUENTO
Fernando Odiaga González

NOCHES DE POESÍA
Antonio Castro Cruz

ASESOR
Estuardo Deza Saldaña

COLABORADORES
Arturo Bravo Flores
Maritza Cabrera Arteaga

SOCIOS HONORARIOS
Mario Viteri Fernández
José Guillermo Vargas Rodríguez
Ricardo Rivas Martino

LA PROFUNDIDAD DE TODAS LAS SANGRES

Carlos Angulo Rivas, Poeta y escritor peruano
Escribo esta nota conmemorando el centenario del nacimiento (18 enero, 1911) de José Maria Arguedas, antropólogo, escritor y poeta, uno de los más destacados exponentes de la literatura peruana, a la par de César Vallejo, poeta universal. Su obra completa muestra la sensibilidad del hombre educado en la atmósfera de dos culturas contrapuestas y enfrentadas. Su literatura supo expresar con profunda intensidad el alma indígena de los Andes. La identificación del autor con la realidad de la comunidad (el ayllu) como ente organizativo, evidencia una íntima comprensión en cuanto a la primitiva crueldad del abuso; asimismo, esta agudeza se manifiesta en los relatos sobre el trabajo colectivo, la mitología, la música, los bailes, las costumbres y las celebraciones. La riqueza de las descripciones y la visión de la compleja existencia del mundo indígena después de la conquista, la colonia y la república criolla, lleva a mostrar un conflicto aún no resuelto en conexión a la edificación de la nación peruana.
Desde sus primeros pasos narrativos, Arguedas comenzó a vivir una lucha interior donde se advierte el conflicto social de dos universos inhumanamente encontrados: la predominancia de los terratenientes, los gamonales, los principales (mistis) y las autoridades sobre los indígenas de las comunidades, pueblos y aldeas. El odio hacia el mundo indígena sobresale con nitidez en los relatos de la vida de las haciendas y aldeas de la sierra central, ahí el sufrimiento resignado de los indígenas es desgarrador, por el mismo hecho de ser no sólo un acto de discriminación hacia ellos sino de exaltada superioridad racial. Cabe destacar aquí el uso del bilingüismo (castellano-quechua) y el aprovechamiento de la expresión literaria vernácula del Perú, una búsqueda permanente del autor en su narrativa lírica, poética y épica. Su primer libro publicado en 1935 agrupa tres cuentos bajo el título de Agua y ya desde entonces se observa ahí el lenguaje fantaseado e ingeniado de sintaxis rítmica quechua y vocabulario propio de ese idioma injertado en el castellano, a manera de representar el mundo indígena inocente, impresionable, tierno y solidario soportando la violencia de los “blancos.”
A diferencia del naturalismo clásico de Ciro Alegría (El mundo es ancho y ajeno, Los perros hambrientos, la serpiente de oro) y de otros latinoamericanos como Eustaquio Rivera, Rómulo Gallegos, Mariano Azuela, el realismo de Arguedas es conmovedor, trágico y patético, producto de su inmenso amor a la cultura indígena y de su lucha para defenderla de la invasión depredadora de una “civilización” despreciativa, ilegal y abusiva. En Yawar Fiesta (Fiesta de Sangre), entrega como cuento en 1937, luego como novela en 1941, el autor describe no sólo la fiesta de la corrida de toros y el cóndor sino aprovecha la celebración cardinal del día nacional, 28 de julio, para expresar el deseo de redimir a los comuneros indígenas de sus paupérrimas condiciones económicas y sociales, haciendo ver que ellos tienen sus propias normas y leyes de convivencia; y también para defenderlos de la paulatina usurpación de sus tierras. Las tempranas experiencias vividas de niño en medio de los ayllus le sirvieron para el aprendizaje del quechua de primera mano y para conocer de cerca la violencia ejercida por los patrones en ese conflicto indígenas-señores, que se verá en sus obras posteriores reforzadas por sus estudios de antropología.
En Los ríos profundos, novela de 1958 y de la cárcel El Sexto de 1961, las interpretaciones concebidas son autobiográficas. En ambas novelas, la violencia de la sociedad peruana domina los escenarios y el propio autor se pone a prueba desde la infancia en el colegio, en su encuentro con la ciudad capital del imperio Inca, en su participación en las revueltas indígenas y hasta en el descubrimiento atormentado de la sexualidad. Igual la violencia inaudita de por sí se manifiesta en Diamantes y Pedernales. Pero es con “Todas las Sangres” donde José María Arguedas va al reencuentro con el dilema social más amplio, el que abarca el asunto de la tenencia de la tierra y las transformaciones económicas, políticas, sociales y culturales, que pretenden violentar las relaciones entre la metrópoli y los Andes. La dicotomía entre la modernidad que avanza y la subsistencia del mundo feudal, se interpreta a través de una familia de latifundistas en un trance narrativo ambicioso de balance de modelos de desarrollo, de vida, de tradiciones, de principios guías convertidos en leyes naturales y sobre todo del trabajo comunitario, herencia de un colectivismo no aceptado por la burguesía nacional en la configuración de la sociedad peruana. Arguedas posee en esta novela una fuerza de optimismo que, inclusive, lo aproxima a una imagen social comunitaria dentro del avance de la modernización, elevando el problema del indio tratado por Mariátegui a problema nacional adscrito a la teoría de las naciones en desarrollo dentro de un propio país.
La última novela de Arguedas, El zorro de arriba y el zorro de abajo, no concluida en vida, desarrollada en el ambiente pesquero frenético y caótico del puerto de Chimbote, y muchos de sus cuentos, ensayos, poesía y relatos cortos fueron publicados de manera póstuma debido al suicidio cometido por el escritor en noviembre de 1969. Un año antes de su muerte, con ocasión de recibir el premio Inca Garcilazo de la Vega, Arguedas en su discurso señaló lo siguiente como tarea cumplida: “La ilusión de juventud del autor parece haber sido alcanzada. No tuvo más ambición que la de volcar en la corriente de la sabiduría y el arte del Perú criollo el caudal del arte y la sabiduría de un pueblo al que se consideraba degenerado, debilitado o “extraño” e “impenetrable” pero que, en realidad, no era sino lo que llega a ser un gran pueblo, oprimido por el desprecio social, la dominación política y la explotación económica en el propio suelo donde realizó hazañas por las que la historia lo consideró como gran pueblo: se había convertido en una nación acorralada, aislada para ser mejor y más fácilmente administrada y sobre la cual sólo los acorraladores hablaban mirándola a distancia y con repugnancia o curiosidad. Pero los muros aislantes y opresores no apagan la luz de la razón humana y mucho menos si ella ha tenido siglos de ejercicio; ni apagan, por tanto, las fuentes del amor de donde brota el arte. Dentro del muro aislante y opresor, el pueblo quechua, bastante arcaizado y defendiéndose con el disimulo, seguía concibiendo ideas, creando cantos y mitos. Y bien sabemos que los muros aislantes de las naciones no son nunca completamente aislantes.”
La imagen literaria de Arguedas con su obra completa, cargada en un primer momento de impaciencia y rebeldía se nutre luego de razonamiento político-filosófico y de una encrespada aparente confusión, se consuma mediante lecturas imprescindibles como él mismo destaca en el discurso citado: “Fue leyendo a Mariátegui y después a Lenin que encontré un orden permanente en las cosas; la teoría socialista no sólo dio un cauce a todo el porvenir sino a lo que había en mí de energía, le dio un destino y lo cargó aún más de fuerza por el mismo hecho de encauzarlo. ¿Hasta dónde entendí el socialismo? No lo sé bien. Pero no mató en mí lo mágico.”

sábado, 15 de enero de 2011

ARGUEDAS Y EL SOCIALISMO MAGICO

Por: ROSINA VALCARCEL
Mientras los intelectuales “modernos” se afanan en predecir la “paulatina descomposición de las culturas andinas como efecto de los avances de la modernización”, tres décadas antes Arguedas, desconcertado primero y jubiloso después, se dedicó a estudiar el fenómeno inverso: la andinización de Lima, el centro de la cultura criolla y mestiza. Lima, empezó a ser invadida desde dentro por millones de indígenas que trajeron, además de su fuerza de trabajo para ofrecerla en el mercado, sus sueños, sus danzas y canciones y su extraordinaria espiritualidad, desconocida o desdeñada aún por la cultura oficial.
La vasta y notable producción de Arguedas ha sido examinada por numerosos especialistas, intelectuales, nacionales y extranjeros, desde Rouillón, Losada, Rama, Escobar, A. Cornejo Polar, Castro Klaren, Lienhard, Forgues, entre varios. William Rowe, en su libro Mito e ideología en la obra de José María Arguedas (1979) se pregunta: ¿Por qué Arguedas recurrió a una cultura sin literatura escrita? Y rememora la proposición desarrollada en el ensayo salvación del arte popular:
“Cuatrocientos años de catequización cristiana mediante cánticos y oraciones en quechua, y flagelación de los idólatras, dieron por resultado una afirmación más rotunda y honda de las antiguas creencias llamadas idolátricas. Esas creencias protegieron y protegen aún a la población subyugada”.
Arguedas puntualizó la necesidad de dar preferencia a la literatura oral, tanto porque su estudio sistemático apenas se había iniciado en el Perú, como porque es la expresión tradicional más vulnerable a los factores que impulsan los cambios de la cultura, extinguiéndose por esa causa más rápidamente que la música y la danza. Afirmó, además, que la cultura quechua funciona como una forma de defensa contra el mundo misti y enfatizó el dilema que plantea los lados positivos y negativos del mito. Yawar fiesta constituye un momento crucial en la trayectoria del autor, porque a partir de este libro comienza a ver el mito como un principio racional y un motor de acción, mientras que lo irracional está representado por el comportamiento de los mistis.
Nadie como él pinta, en forma magistral, el oprobio y la esperanza del campesinado en nuestra patria. La fuerza de la realidad subjetiva del universo andino caló tan hondo en su alma que su mensaje está impregnado de ese aliento. Tal vez por ello, sin oponer lo mítico a lo social-real, es que en una oportunidad escribió lúcidamente:
“No por gusto, como diría la gente llamada común, se formaron aquí Pachacamac y Pachacútec, Huaman Poma, Cieza y el Inca Garcilaso, Túpac Amaru y Vallejo, Mariátegui y Eguren, la fiesta de Qoyllur Riti y la del Señor de los Milagros; los yungas de la costa y de la sierra; la agricultura a 4,000 metros; patos que hablan en lagos de altura donde todos los insectos de Europa se ahogarían; picaflores que llegan hasta el Sol para beberle su fuego y llamear sobre las flores del mundo. Imitar desde aquí a alguien resulta algo escandaloso. En técnica nos superarán y dominarán, no sabemos hasta qué tiempos, pero en arte podemos ya obligarlos a que aprendan de nosotros y lo podemos hacer incluso sin movernos de aquí mismo”.
Valorar lo andino, desde la dimensión arguediana, significa no sólo recordar los intihuatanas o relojes solares, o los poemas míticos como expresión de una gran cultura, sino alentar la necesidad de nuevas formas de relacionarse con los hombres y mujeres andinos y con los productos culturales de estas gentes, reivindicar su potencialidad y autonomía en los marcos de una convivencia política donde el racismo no siga condenándolos a la miseria y la enajenación permanentes, o a las masacres dentro de sus propias comunidades. Surge, entonces, una pregunta de respuesta indispensable: ¿De qué modo cumplir la relación positiva mito-liberación? La falsa contradicción entre modernidad y tradición, tan popular en las ciencias sociales en el Perú, es superada por Arguedas en su propuesta de un socialismo integrador, transparente, humanista. : “Fue leyendo a Mariátegui y después a Lenin que encontré un orden permanente en las cosas; la teoría socialista no sólo dio un cauce a todo el porvenir sino a lo que había en mí de energía, le dio un destino y lo cargó aún más de fuerza por el mismo hecho de encauzarlo. ¿Hasta dónde entendí el socialismo? No lo sé bien. Pero no mató en mí lo mágico”.
Una apuesta hacia el futuro
La propuesta de Arguedas despertó interés por la teorización acerca de la cultura nacional entre los humanistas, filósofos y científicos sociales recién al final del decenio del ‘70. Aníbal Quijano manifiesta preocupación, tanto por el rol del investigador social en el terreno cultural, como por la emergencia del grupo “cholo” como nuevo componente de la fisonomía social peruana; eje de sus ensayos es el tema de la dominación a través de la cultura. Dentro de similar perspectiva otros intelectuales y educadores se plantean diversas interrogantes y reflexiones sobre el carácter de la cultura y el problema de la identidad nacional en nuestro país: Augusto Salazar Bondy, José I. López Soria, Antonio Cornejo Polar, Manuel Baquerizo, Alberto Escobar, Guillermo Lumbreras, Wilfredo Kapsoli, Rodrigo Montoya, Alberto Flores Galindo, Manuel Burga, Carlos Iván Degregori, Nelson Manrique, Sinesio López, José Luis Ayala, Nicolás Matayoshi, entre otros, constituyen ejemplos de esta actitud.
En el verano de 1987 Alberto Flores Galindo fue laureado en Cuba por su trabajo Buscando un inca: identidad y utopía en los Andes. La perseverancia de los mitos y tradiciones y su correlación con los movimientos sociales de la historia andina son mostrados desde una perspectiva política audaz. Sin estar de acuerdo con la dimensión utópica que Flores Galindo sugiere para la simbología andina (particularmente considero que el discurso mítico encara mejor esta simbología,, hay que reconocer el aporte del historiador en desmitificar la "situación andina”, subrayando la humillante situación de andinos de carne y hueso, hambrientos de pan y de justicia. Para Arguedas, el “problema del indio” ¡eran los blancos!
Hoy día, aparece con más claridad que la única posibilidad para soldar esta fractura histórica de razas y culturas que se inició en el Perú hace 500 años, pasa necesariamente por dar una nueva dimensión a la solución de nuestros problemas. La desigualdad y violencia política actual ha terminado por dar cuenta de los peligros que se ciernen en el futuro si no exigimos el desmoronamiento de todo este andamiaje de códigos y normas racistas en que se asienta nuestro Estado. La lucha por una auténtica democratización del Estado ha devenido en un sector intelectual comprometido con la cultura andina, en un discurso que exige la necesidad de nuevas reglas de juego en lo económico, en lo político y en lo social.

martes, 23 de noviembre de 2010

VIDA Y OBRA DE JOSE MARIA ARGUEDAS SE ANALIZARÁ EN CONGRESO INTERNACIONAL

CONGRESO  INTERNACIONAL
JOSÉ MARÍA ARGUEDAS
VIDA Y OBRA
 (1911-1969)

18 al 20 de abril 2011
Lima

CONVOCATORIA:
 Uno de los escritores más representativos de la tradición literaria peruana, latinoamericana y universal cumple cien años: José María Arguedas Altamirano (1911-1969). Su producción literaria, antropológica y etnológica ha llamado la atención no sólo de críticos literarios, lingüistas, científicos sociales y filósofos, sino también de pedagogos y humanistas en general. Conscientes de la actualidad de su pensamiento y la urgencia de repensar los desafíos culturales y estéticos que su producción intelectual plantea, convocamos a intelectuales peruanos, latinoamericanos y estudiosos de todo el orbe a participar de este histórico homenaje del autor de Agua (1935), Yawar Fiesta (1941), Diamantes y pedernales (1954), Los ríos profundos (1958), El sexto (1961), Todas las sangres (1964), Amor mundo y todos los cuentos (1967), El zorro de arriba y el zorro de abajo (1971) y Katatay (1972).

OBJETIVOS:
 1. Propiciar investigaciones que desarrollen las múltiples facetas de José María Arguedas.
 2. Releer la obra de José María Arguedas a la luz de los actuales debates en torno al porvenir de la cultura y literatura peruana y latinoamericana.
 3. Propiciar el acercamiento y encuentro de investigadores, especialistas, creadores y críticos literarios en torno a la obra  José María Arguedas.
 4. Exponer una muestra bio-bibliográfica de José María Arguedas.

TEMARIO:
Todas las ponencias deberán centrar su reflexión en torno a: la poesía, la narrativa, el trabajo etnológico y antropológico de José María Arguedas. Dentro de ese marco global se sugiere considerar el siguiente temario:
1. Arguedas: indigenismo, neoindigenismo y la tradición narrativa latinoamericana.
2. El discurso literario y los avatares de la representación de la nación peruana.
3. Los coros de la tradición poética quechua en la poesía de Arguedas.
4. El magisterio arguediano o el retro de educar en el Perú.
5. Los ensayos de Arguedas.  
6. La traducción cultural arguediana.  
7. Las investigaciones de tradición oral.
8. Arguedas y las metáforas de la cultura latinoamericana.
9. Las poéticas y políticas de la representación cultural.
10. El modelo arguediano y la narrativa del post-boom.
11. Arguedas y los estudios literarios latinoamericanos.
12. Los desafíos del pensamiento latinoamericano según Arguedas.

METODOLOGÍA:
 El Congreso Internacional asume la dinámica de conferencias magistrales y mesas redondas. Al mismo tiempo, contempla el encuentro entre investigadores, críticos literarios, creadores e intelectuales de diversas disciplinas. De este modo se busca propiciar el justo y merecido homenaje a uno de los escritores más representativos de la tradición literaria peruana y latinoamericana.

SUMILLAS:
1.    Estas deberán ser remitidas desde el momento de la convocatoria hasta el 30 de diciembre.
2.    La sumilla o resumen de ponencia no debe exceder las 25 líneas.
3.    La sumilla debe contener los datos del ponente y la filiación institucional.
4.    Se remitirá a la dirección electrónica: academiaperuanadelalengua@yahoo.com
5.    La respuesta de aceptación será una semana después del cierre.

PONENCIAS:
1. Deberán ser remitidas hasta  el 28 de febrero 2011.
2. Debe indicarse la filiación institucional, evite las siglas.
3. Como texto, la ponencia no debe sobrepasar las 20 páginas.
4. La lectura de ponencia tendrá un tiempo equivalente a 20 minutos.

ORGANIZA:
Academia Peruana de la Lengua.

COMISIÓN ORGANIZADORA: Presidente: Marco Martos Carrera.
Miembros: Gladys Flores Heredia, Javier Morales Mena, Magaly Rueda,  María Luisa Roel.

INFORMES E INSCRIPCIONES:
www.academiaperuanadelalengua.org
Correo electrónico: http://www.blogger.com/
http://www.congresointernacionaljmarguedas.blogspot.com/
Teléfonos:   409-8015 / 428-2884