martes, 12 de febrero de 2013

PREPARAN GRAN DESPEDIDA AL PAPA

Imagen de archivo del Papa Benedicto XVI tras una audiencia general en El Vaticano, oct 24 2012. Cardenales de todo el mundo comenzaron contactos informales para discutir quién deberá liderar a la Iglesia en un período de crisis y el Vaticano dijo que planea una gran despedida para el Papa Benedicto XVI antes de que se convierta en el primer pontífice en siglos en renunciar. REUTERS/Giampiero Sposito

CIUDAD DEL VATICANO (Reuters) - Cardenales de todo el mundo comenzaron contactos informales para discutir quién deberá liderar a la Iglesia en un período de crisis y el Vaticano dijo que planea una gran despedida para el Papa Benedicto XVI antes de que se convierta en el primer pontífice en siglos en renunciar.
En una conferencia de prensa el martes para conocer los planes del Papa en las dos próximas dos semanas antes de dejar el cargo, el Vaticano también reveló que el Sumo Pontífice, de 85 años, ha tenido un marcapasos desde antes de que fuera elegido para liderar la Iglesia en el 2005.
La Santa Sede dijo que ninguna enfermedad en particular lo llevó a renunciar, sólo su edad y una menor fuerza física y mental.
También señaló que el Papa no desempeñará ningún rol en la dirección de la Iglesia tras su renuncia el 28 de febrero.
"El Papa ha dicho en su declaración que usará su tiempo para orar y reflexionar y que no tendrá responsabilidad alguna en la dirección de la Iglesia ni en deberes administrativos o de Gobierno", dijo el sacerdote Federico Lombardi, portavoz del Vaticano, a periodistas.
"Esto está absolutamente claro y es el sentido de la renuncia", dijo Lombardi, que agregó que "no intervendrá de ninguna manera" en la elección de su sucesor.
El sorpresivo anuncio llevó al Vaticano a cambiar rápidamente la sede de algunas actividades papales para que más personas pudieran ver a Benedicto XVI antes de su renuncia.
El miércoles, el Papa tenía previsto encabezar el tradicional servicio del miércoles de Ceniza en una pequeña iglesia de Roma pero el evento fue trasladado a la Basílica de San Pedro para lo que sería su última misa en público.
Su última audiencia general, que está programada para el día antes de su renuncia, fue cambiada de la sala de audiencias del Vaticano, con una capacidad para 10.000 personas, para la Plaza San Pedro, donde pueden reunirse cientos de miles.

RETIRO EN UN CONVENTO

Después del 28 de febrero, se prevé que Benedicto XVI pase algún tiempo en la residencia papal de verano, cerca de Roma, antes de retirarse a pasar sus últimos años de vida en un convento de clausura en el Vaticano.
A mediados de marzo, unos 115 cardenales ingresarán a la Capilla Sixtina para elegir al próximo líder de los 1.200 millones de fieles católicos romanos. Los cardenales pierden el derecho a entrar en el cónclave cuando cumplen 80 años por lo que el número exacto dependerá del día que comience la reunión.
Mientras el Vaticano comienza las preparaciones para los últimos días de Benedicto XVI como Papa, fuentes de la Iglesia dijeron que ya comenzaron las consultas informales vía telefónica, en almuerzos y por correo electrónico entre los cardenales sobre qué tipo de líder debería ser el próximo pontífice.
Tras una serie de escándalos, expertos religiosos dicen que los cardenales buscarán a alguien que no sea sólo un hombre probo sino también un buen administrador.
"Muchos cardenales dirán 'off the record' si les preguntan sobre su opinión personal de este Papa que personalmente es un gran hombre, probo, genuino, honesto y humilde y que sus enseñanzas soportarán el examen del tiempo", dijo John Allen, autor de varios libros sobre el Vaticano.
"Pero también dirán que había un régimen alrededor de Benedicto XVI que no sabía cómo hacer las cosas en tiempo y con frecuencia tenían que lidiar con las consecuencias de las bombas que estallaban aquí", agregó.

PERCANCES Y POCO ACIERTO
 
A Benedicto XVI se le ha culpado de dar mucho poder al secretario de Estado cardenal Tarcisio Bertone. Críticos de Bertone, el jefe administrativo de la Santa Sede, dijeron que debería haber prevenido algunos percances papales y errores burocráticos.
Los ocho años de Benedicto XVI en el cargo se vieron ensombrecidos por escándalos como los abusos sexuales a niños por parte de sacerdotes en Europa y Estados Unidos, la mayoría de los cuales ocurrieron antes de su tiempo en la Santa Sede pero se conocieron durante su papado.
También enfrentó la ira de los musulmanes tras comparar al Islam con la violencia. Los judíos se molestaron por la reincorporación de un sacerdote que niega el Holocausto y durante un escándalo sobre los negocios de la Iglesia, su mayordomo fue acusado de filtrar documentos privados.
"Esa era una frustración perpetua para los cardenales fuera del Vaticano y creo que están interesados en que quien tome las riendas debe ser un poco más atento al gobierno interno de la Iglesia y del Vaticano en particular", dijo Allen.
Ha aumentado la especulación de que la Iglesia podría nombrar a su primer líder no europeo, para reflejar el creciente peso de regiones como África y América Latina, que ahora representan al 42 por ciento de los católicos del mundo.
"Podría ser el tiempo de un Papa negro, amarillo, rojo o también latinoamericano. O podría ser el tiempo de un Papa asiático o podría ser el tiempo de un Papa de otro continente", dijo el arzobispo de Guatemala, Oscar Vián.
Tras el papado de Benedicto XVI, relativamente corto, que sucedió al pontificado de 27 años de Juan Pablo II, los cardenales también pueden verse inclinados a elegir a un hombre más joven que el papa alemán, que tenía 78 años cuando fue designado.
Sea quien sea el elegido tendrá que lidiar con asuntos regionales y tensión entre los católicos conservadores que han apoyado la línea doctrinal estrictamente tradicional de Benedicto XVI y otros que sienten que ha ahogado el cambio y el desarrollo.
"En Europa, la Iglesia está buscando una nueva relación con la sociedad. En muchos países de Asia y África está experimentando una expansión increíble", dijo el arzobispo de Viena, el cardenal Christoph Schoenborn.
Nunca tan popular como Juan Pablo II, Benedicto XVI es un estudioso teólogo con poco del instinto político que elevó a su predecesor a la primera línea de los hombres de estado mundiales.
Su decisión de dejar el cargo sacudió a algunos católicos, que sienten que el Papa debería permanecer en el cargo hasta el final de sus días, y su salida deja a la Iglesia con un Papa retirado y otro en activo por primera vez en cientos de años.
El último Papa que dimitió por voluntad propia fue Celestino V, un ermitaño que ejerció solo unos meses antes de renunciar en diciembre de 1294. Otro papa, Gregorio XII dejó el cargo a regañadientes en 1415 para poner fin a una disputa con un rival que reclamaba el papado.
(Reporte adicional de James Mackenzie, editado en español por Patricia Avila)
 

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