En una radicalización de una huelga de hambre que mantiene un grupo de jóvenes, una universitaria se cosió el viernes parte de su boca a fin de exigir que el gobierno libere recursos para las universidades públicas que enfrentan el riesgo de cerrar por la falta de presupuesto.
Gabriela Torrijos, de 18 años, se convirtió el viernes en el cuarto huelguista que en menos de cinco días se ha zurcido parte de sus labios para extremar el ayuno prolongado que mantiene desde hace varias semanas un grupo de universitarios frente al edificio donde funcionan las oficinas del Programa de Naciones Unidas para el Desarrollo (PNUD) en Caracas.
En alusión a la protesta, el canciller Nicolás Maduro afirmó el viernes, durante una visita al estado suroriental de Bolívar, que "la derecha sigue en su locura".
"Si quieren caminar desnudos por la calle, que lo hagan, si se quieren coser lo que se quieran coser, que se lo cosan, pero el pueblo y (Hugo) Chávez vamos a seguir trabajando por la patria", agregó Maduro.
"Después de ver a mis compañeros tomar esta acción (zurcirse los labios), lo hice en solidaridad con ellos porque es muy difícil estar acá adentro y ver como uno a uno toman esta decisión", dijo Torrijos aún dolorida por los puntos de sutura que se hizo con sus propias manos en el extremo izquierdo de su boca.
Torrijos, quien estudia Ciencias Políticas en la estatal Universidad Central de Venezuela, indicó a The Associated Press que estaba dispuesta a llevar la huelga de hambre, a la que se unió hace cuatro días, hasta las "últimas consecuencias" para lograr que el gobierno atienda los reclamos presupuestarios de las universidades.
"Estoy dispuesto a morir por mi universidad, yo estoy dispuesto a morir por mi país", expresó el universitario Villca Fernández, de 28 años, que el 22 de marzo inició la radicalización de la huelga al coserse parte de sus labios.
A pesar de mostrar severos signos de debilidad por el prolongado ayuno, que mantiene desde hace 30 días, y de tener parte de su rostro inflamado por los puntos de sutura en sus labios, Fernández dijo que no estaba dispuesto a ceder hasta "lograr que se respete la dignidad de los universitarios".
Torrijos y Fernández forman parte de un grupo de universitarios que mantiene una huelga de hambre en Caracas y cinco estados del país para presionar al gobierno a fin de que entregue recursos a las universidades públicas.
La protesta que comenzó el 23 de febrero con cinco estudiantes frente al edificio donde están las oficinas del PNUD, en el este de Caracas, ya alcanza a "55 universitarios", afirmó el viernes Gaby Arellano, una de las organizadoras. Ninguna fuente independiente ha corroborado la cifra de huelguistas que aseguran que sólo están ingiriendo agua y suero.
Las autoridades universitarias anunciaron recientemente que entre finales de este mes y comienzos de abril cerca de una treintena universidades públicas del país podrían ir a un "paro técnico" debido a que no disponen de recursos para pagar los comedores, el transporte, y la compra de insumos y suministro.
En respuesta a las exigencias de los universitarios, el presidente Hugo Chávez acordó el pasado 22 de marzo llevar las becas estudiantiles a 400 bolívares fuertes al mes (93 dólares), y dijo que el gobierno estaba dispuesto a revisar los presupuestos de las universidades.
Los huelguistas desestimaron los ofrecimientos del mandatario y exigieron acciones concretas para levantar la huelga.
Gabriela Torrijos, de 18 años, se convirtió el viernes en el cuarto huelguista que en menos de cinco días se ha zurcido parte de sus labios para extremar el ayuno prolongado que mantiene desde hace varias semanas un grupo de universitarios frente al edificio donde funcionan las oficinas del Programa de Naciones Unidas para el Desarrollo (PNUD) en Caracas.
En alusión a la protesta, el canciller Nicolás Maduro afirmó el viernes, durante una visita al estado suroriental de Bolívar, que "la derecha sigue en su locura".
"Si quieren caminar desnudos por la calle, que lo hagan, si se quieren coser lo que se quieran coser, que se lo cosan, pero el pueblo y (Hugo) Chávez vamos a seguir trabajando por la patria", agregó Maduro.
"Después de ver a mis compañeros tomar esta acción (zurcirse los labios), lo hice en solidaridad con ellos porque es muy difícil estar acá adentro y ver como uno a uno toman esta decisión", dijo Torrijos aún dolorida por los puntos de sutura que se hizo con sus propias manos en el extremo izquierdo de su boca.
Torrijos, quien estudia Ciencias Políticas en la estatal Universidad Central de Venezuela, indicó a The Associated Press que estaba dispuesta a llevar la huelga de hambre, a la que se unió hace cuatro días, hasta las "últimas consecuencias" para lograr que el gobierno atienda los reclamos presupuestarios de las universidades.
"Estoy dispuesto a morir por mi universidad, yo estoy dispuesto a morir por mi país", expresó el universitario Villca Fernández, de 28 años, que el 22 de marzo inició la radicalización de la huelga al coserse parte de sus labios.
A pesar de mostrar severos signos de debilidad por el prolongado ayuno, que mantiene desde hace 30 días, y de tener parte de su rostro inflamado por los puntos de sutura en sus labios, Fernández dijo que no estaba dispuesto a ceder hasta "lograr que se respete la dignidad de los universitarios".
Torrijos y Fernández forman parte de un grupo de universitarios que mantiene una huelga de hambre en Caracas y cinco estados del país para presionar al gobierno a fin de que entregue recursos a las universidades públicas.
La protesta que comenzó el 23 de febrero con cinco estudiantes frente al edificio donde están las oficinas del PNUD, en el este de Caracas, ya alcanza a "55 universitarios", afirmó el viernes Gaby Arellano, una de las organizadoras. Ninguna fuente independiente ha corroborado la cifra de huelguistas que aseguran que sólo están ingiriendo agua y suero.
Las autoridades universitarias anunciaron recientemente que entre finales de este mes y comienzos de abril cerca de una treintena universidades públicas del país podrían ir a un "paro técnico" debido a que no disponen de recursos para pagar los comedores, el transporte, y la compra de insumos y suministro.
En respuesta a las exigencias de los universitarios, el presidente Hugo Chávez acordó el pasado 22 de marzo llevar las becas estudiantiles a 400 bolívares fuertes al mes (93 dólares), y dijo que el gobierno estaba dispuesto a revisar los presupuestos de las universidades.
Los huelguistas desestimaron los ofrecimientos del mandatario y exigieron acciones concretas para levantar la huelga.
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