Al concluir en la tarde de este sábado el juicio contra el ciudadano estadounidense Alan Phillip Gross, acusado del delito de «Actos contra la Independencia o la Integridad Territorial del Estado», el Tribunal Provincial Popular declaró el caso concluso para sentencia y se espera que su fallo sea pronunciado en los próximos días.
Durante la vista del juicio oral la Fiscalía aportó elementos de prueba sobre la participación directa del acusado en la introducción y desarrollo en el país de un proyecto subversivo para intentar derrocar la Revolución, que tenía como blancos esenciales el sector juvenil, centros universitarios, culturales, religiosos, grupos femeninos y raciales.
En la materialización de sus propósitos anticubanos pretendía emplear sofisticadas tecnologías para crear redes clandestinas de infocomunicaciones o fuera del control de las autoridades cubanas para alimentar provocaciones contrarrevolucionarias.
Gross reconoció que fue utilizado y engañado por la DAI (Development Alternative Inc.), empresa contratista de la agencia gubernamental norteamericana USAID, subordinada al Departamento de Estado, que se encarga de programas de desestabilización política contra gobiernos que no son del agrado de la Casa Blanca en América Latina y muchas otras partes del mundo.
Acusó a la DAI de haberlo puesto en peligro y conducirlo a su situación actual; de arruinar la vida y la economía de su familia.
Durante el juicio, el acusado hizo una declaración libre y respondió preguntas del fiscal, de la defensa y el tribunal sobre los hechos que se le imputaron. Se tuvo en cuenta además las declaraciones de diez testigos, nueve peritos con 26 informes periciales, el informe del instructor, abundantes pruebas materiales y documentales presentadas por la Fiscalía.
Entre otros asistentes estuvieron presentes en la vista oral la esposa del señor Gross, abogados norteamericanos y representantes consulares de la Sección de Intereses de los Estados Unidos en La Habana.
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