lunes, 6 de diciembre de 2010

VARGAS LLOSA YA ESTÁ EN ESTOCOLMO

Día 06/12/2010
«Viajamos a Estocolmo, la capital de un país que se llama Suecia, donde a tu abuelo le van a dar un premio...», le susurraba, a diez mil metros sobre el suelo, un sonriente y exultante Mario Vargas Llosa a su nieta de diez meses Anais, de ojos grandes, preciosos y mirada vivaz, durante el vuelo que los llevó desde la España en alarma a la Suecia en nevada. Junto a su mujer, Patricia, su hija Morgana, sus nietas Anais e Isabela, de tres años, el premio Nobel recibió a su llegada a media tarde a Estocolmo una discreta bienvenida por parte de la Fundación Nobel, informa Efe. Mario Vargas Llosa partía de un Madrid grisáceo y lluvioso entre el calor de los «héroes» de Barajas (viajeros con muchísimas horas de indignación, tedio y espera a sus espaldas por la rebelión de controladores aéreos), que se acercaban a felicitarle, a pedirle una dedicatoria con sus libros y a fotografiarse con él.
Estocolmo, cubierto con un manto de nieve, recibió a Mario Vargas Llosa, que reunió a su familia (su hijo Álvaro llegó desde Washington) y a sus amigos en torno a los fogones de un típico restaurante escandinavo de 1722, «Den Gyldene Freden», en el que todos los jueves se citan los académicos suecos que eligen los premios Nobel. Para ello, Vargas Llosa y su familia tuvieron que driblar la nieve y el hielo, desde el Gran Hotel hasta la parte vieja de la ciudad.
Vargas Llosa reconocía que la paralización del tráfico aéreo español inyectó un poco de «emoción y nerviosismo» sus preparativos Nobel. De hecho, si no hubiera podido volar desde Madrid, el escritor sopesó viajar en coche hacia París o Lisboa para, desde cualquiera de las dos capitales, emprender «la gran aventura Nobel». La que puso ser una épica odisea tuvo un fin de semana muy castizo en Madrid. El viernes, Vargas Llosa era honrado con la distinción de hijo predilecto de Madrid, y el sábado efectuaba el saque de honor en el Real Madrid-Valencia. Y del césped saltó el escritor a la arena política. A una radio de Perú declaró que intervendría «de manera activa» en la segunda vuelta de los comicios peruanos de 2011 «si hubiera el menor peligro de un retroceso, defendiendo lo que yo siempre he defendido».
Arranca hoy la gran Semana Nobel de Vargas Llosa, con una visita al Museo Nobel y una multitudinaria rueda de Prensa; el martes leerá su discurso en la Academia Sueca; una recepción en el Cervantes el miércoles, fiesta el jueves, y el viernes el Rey Carlos Gustavo le entregará el Nobel: «No sé si volverán a dar un premio a un latinoamericano tras esta invasión», ironizaba el patriarca junto al centenar de amigos que le arropan en el frío escandinavo.

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