lunes, 21 de junio de 2010

CUANDO SARAMAGO SE INDIGNO POR EL PERU...

NOTA DEL DIRECTOR: José Saramago murió el viernes 18 de junio. Su desaparición física ha enlutado las bellas letras de todo el mundo. Fue uno de los más grandes escritores del ultimo siglo y talvez el mejor de lengua portuguesa, Premio Nobel de Literatura 1998 por su obra “El Evangelio según Jesucristo”. Socialista, de ideas progresistas, ateo, controversial, excelente escritor, pesimista, periodista… Paz en su tumba...
POR: CARLOS AUGUSTO RIVAS
Al escritor José Saramago le recordaremos por sus obras geniales, por la maestría cómo a través de la palabra pudo fabular el sentimiento humano, desde la perspectiva de la subjetividad y la cotidianidad de nuestro tiempo, de igual manera desde su compromiso por la vida y la cultura, siempre tuvo mucho que decirnos, dar su punto de vista acerca de los hechos que más nos han llamado la atención, pero que como la libertad de empresa no permite que el pueblo se exprese, allí estaba Saramago para decirnos lo que piensan los humildes y desposeídos, a los hombres de a pie y de todos aquellos a los que se les niega a la palabra, por eso, él nunca se callaba, su indignación se hacía sentir a lo lejos, por eso, llegaba a otras latitudes aun a pesar que los trogloditas neoliberales trataban de cerrarles el paso o hacerle callar. Los déspotas quieren que el pueblo se calle pero la verdad es como la luz que no se puede enterrar. José Saramago no nació para callarse, nació para decirnos verdades que la humanidad demanda.
Cuando en el Perú gobernaba el tirano Fujimori, en su apátrida compostura de traidor, cleptómano y corrupto puesto que ya había fijado hasta fecha para vender el patrimonio nacional como Machu Picchu, Chan Chan, Pachacámac, Kuelap, etc. pues ya tenía hasta cronograma para su remate, al mejor postor como si tratase que el patrimonio es mercancia, el gran José Saramago se pronunció irónicamente de la siguiente manera:
"A mi me parece bien, que se privatice Machu Picchu, que se privatice Chan Chan, que se privatice la Capilla Sixtina, que se privatice la Cordillera de los Andes..., que se privatice todo... que se privatice la justicia y la ley... entréguese de una vez por todas la explotación a empresas privadas mediante concurso internacional. Ahí se encuentra la salvación del mundo... Y, metidos en esto, que se privatice también la puta que los parió a todos".
La obra y la vida de Saramago responden a una armonía como verdad irresoluta, a un mismo nivel de entendimiento. No desentona una de la otra, ambas se complementan y es porque Saramago siempre fue un hombre de principios y compromiso social. Su crítica era objetiva y necesaria, por eso, también llegó a irritar a aquellos que pensamos en los paradigmas establecidos como lo inequívoco, porque al final nada es perfecto, por eso a vaces no se le entendía. El mérito de su mensaje fue "volver comprensible una realidad huidiza, con parábolas sostenidas por la imaginación, la compasión y la ironía". Esto quizás sea una de las razones por la cual Saramago no sea popular entre las multitudes de pueblo que no tienen acceso a la cultura como en el Perú. Los medios en su gran mayoría solo deseducan en el Perú, por eso a Saramago tenemos que dedicarle más tiempo, hay que invitar a los maestros que lo lean y que en cada plan lector, los alumnos sepan de su vida y de su obra. Hay que enseñar a la juventud que hubo un hombre muy humilde y de condición obrero, para señas, cerrajero, que en su niñez dejó la escuela por falta de dinero y que luego, ya en su adultez, de pronto se decidió a ser escritor de novelas, cuentos, poesía y artículos, en la que habló por todos los que quería hacerlo y no podían. Así fue Saramago, un hombre de palabras y de grandes sentencia como "Dios es el silencio del universo, y el ser humano, el grito que da sentido a ese silencio".

No hay comentarios: