Escribe: Laurentina Astudillo Agurto
Miembro de la Orden de Palmas Magisteriales del Perú, en el grado de EDUCADOR
El año académico en las Instituciones Educativas (I.E) de Educación Básica, en nuestro país ha concluido, es motivo para que los docentes reflexionemos acerca de lo que hemos hecho y de lo que hemos dejado de hacer, para lograr una educación de calidad y bajo qué conceptos se está gestionando el servicio educativo, de la escuela pública, en las dimensiones técnico pedagógico y administrativa.
¿Se ha generado una cultura institucional capaz de orientar el proceso educativo?, ¿Cuál es el nivel de comunicación que existe? . ¿la gestión de recursos humanos y económicos ha generado un impacto positivo en la institución educativa?. ¿Cómo ha mejorado nuestra institución desde que hemos empezado a laborar en ella?, ¿qué cambios sustanciales se han observado?. Tenemos líderes (o jefes) responsables, capaces de servir, de escuchar, de impulsar las innovaciones y enfrentar los cambios que el perfil real del educando y la sociedad actual exige.
Qué modelo de institución se está liderando, de qué manera el liderazgo (si es que hubo), influyó en nosotros y cómo se orientó el trabajo para la consecución de las metas de la visión y misión del grupo de personas de la Institución Educativa. En qué medida se promueve el involucramiento de los padres y madres de familia en este proceso. De qué forma se proyectaron las acciones educativas a la comunidad.
La institución educativa donde laboras es una organización “cerrada” en la que no existen canales de comunicación horizontales, donde la mejor estrategia es la sobrevivencia, en la cual sobrevive el más fuerte, aparece la corrupción , desaparecen los valores, en lugar de cuestionar conductas inadecuadas se recurre al chantaje, donde se llega tarde y se marca que se llega puntualmente. En una institución de este tipo surge la tendencia a la mediocridad.
O estas laborando en una institución “abierta”, competitiva que se preocupa por aperturar canales de comunicación, por fortalecer las relaciones humanas, en la cual se ha evaluado las actividades académicas en forma integral para analizar los logros significativos y los problemas existentes, para asumir alternativas de solución y de esta manera reformular las acciones educativas para el año venidero.
Un factor muy extendido e insidioso, es la tolerancia, la resignación e incluso el conformismo, en fracciones de docentes, que consideran como natural e inevitable la decadencia de las instituciones educativas públicas. Un considerable sector de maestros y maestras, de nuestro país, ignoran que podemos ejercer, responsablemente, nuestro inalienable derecho ciudadano y de administrados de “participar responsable y progresivamente en la prestación y control de los servicios públicos, asegurando su eficiencia y oportunidad” y “al ejercicio responsable del derecho de formular análisis, críticas o cuestionar las decisiones y actuaciones de las entidades” (inciso 6 y 11, Artículo. N°55 ley del Procedimiento Administrativo General N°2744). Con nuestros aportes y sugerencias, podemos mejorar el funcionamiento de éstas. Pero debemos entender que ejercer este derecho nos compromete, imperativamente, a cumplir con nuestros deberes y respetar los derechos de los demás.
Reflexionemos responsablemente, pensemos en lo que debemos y podemos hacer para recuperar y mejorar el nivel de organización de las Instituciones Educativas públicas, en nuestro país. Asumamos nuestra responsabilidad ciudadana, nuestro compromiso ético y nuestro liderazgo profesional, en toda su magnitud. Solos podemos muy poco, unamos voluntades y nuestros conocimientos a la acción; propugnemos I.E organizadas, dinámicas, renovadas, y exitosas; donde cada uno de nuestros actos y actividades sean educativos, para , de esta manera, lograr los objetivos estratégicos que conduzcan al desarrollo de la institución.
Los estudiantes y la sociedad reconocerán el esfuerzo de los maestros y maestras que, a pesar de las limitaciones estructurales del sistema educativo, intentamos legar a las generaciones venideras I.E, innovadas, organizadas y transparentes, donde la mediocridad y la corrupción sean palabras inaudibles.
Maestros exitosos laborando en Instituciones Educativas exitosas, para lograr una educación pública de calidad, un ideal que podemos hacer realidad.
Piura, 30 de Diciembre de 2009
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