Luis de la Puente Uceda en Mesa Pelada, La Convención, Cusco.
MEMORIA Y VERDAD
12 DE OCTUBRE
50 ANIVERSARIO DEL SURGIMIENTO DEL MIR EN EL PERÚ
1959 - 2009
Walter Palacios Vinces
“El 12 de octubre de 1959 aparece en la vida política nacional un Comité Aprista de Defensa de los Principios Doctrinarios y la Democracia Interna, el mismo que en mayo de 1960 pasó a constituir el Apra Rebelde para tomar el nombre de Movimiento de Izquierda Revolucionaria (MIR) en junio de 1962.
La lucha heroica de la Comunidad indígena de Chepén y de los obreros de la Hacienda Casagrande en el Departamento de La Libertad, son los antecedentes agraristas más preciados del nuevo movimiento político que surgía.”
Los párrafos anteriores son parte de lo escrito por Luís de la Puente Uceda en octubre de 1961, en la contratapa del libro Guerra a muerte al latifundio, en el que se publicó el proyecto de Ley de Reforma Agraria que el MIR presentó al Congreso de la República, por intermedio de su entonces diputado Carlos Malpica.
¿Por qué se considera que las luchas de los campesinos de Chepén y de los obreros de Casagrande son parte de los antecedentes del surgimiento del MIR.?
El 26 de julio de 1958 tuvo lugar una sangrienta masacre de campesinos de la comunidad indígena de Chepén, en el departamento de La Libertad. El saldo fue de tres muertos y decenas de heridos ante la resistencia y lucha de los comuneros frente a la usurpación de sus tierras por parte de la familia Palacios Moreira, dueños de la hacienda Talambo. Los Palacios Moreira eran familiares directos del vicepresidente de la república, Carlos Moreira y Paz Soldán, durante el segundo gobierno de Manuel Prado Ugarteche, gobierno de la convivencia con el partido aprista. Luís de la Puente Uceda era abogado defensor de la comunidad -con Gonzalo Fernández Gasco- y, debido a los sucesos de Chepén, fue sometido a disciplina y sancionado por la dirección del partido aprista.
Un año después, el 9 de septiembre de 1959, una huelga de trabajadores de la hacienda azucarera Casagrande, en el valle de Chicama, fue reprimida dejando un trágico saldo de 5 muertos y muchos heridos. Casagrande era propiedad de los Gildeimester, los más grandes terratenientes del país. La juventud y amplios sectores del Apra, liderados por Luís de la Puente Uceda, exigieron en manifestaciones y documentos públicos, sanción para los responsables de la masacre y que el partido aprista deslinde de una vez con el gobierno oligárquico de Manuel Prado Ugarteche (arriba). Nuevamente de La Puente fue sancionado disciplinariamente y sometido a trámite de expulsión de las filas del Apra.
Ante el creciente descontento de las bases apristas con la dirección del partido, el Comité Ejecutivo del Apra convoca, el 10 de septiembre, a la IV Convención Nacional a realizarse un mes después, del 10 al 12 de octubre, en la ciudad de Lima. El objetivo principal de ese evento era expulsar a los dirigentes apristas calificados de “divisionistas” por criticar la política de la convivencia. Así lo manifiesta el propio Secretario General, Ramiro Prialé en declaraciones que recoge el diario La Tribuna en su editorial del 11 de septiembre de 1959: “En ella (en la IV Convención Nacional), el partido dirá su palabra. Examinará la situación, adoptará sus acuerdos, verificará los reajustes que juzgue necesarios y hará seguramente amputaciones. Todo ello tendrá una finalidad fundamental: ratificar la unidad del movimiento, que se ha mantenido inquebrantable”. Anunciadas las sanciones por Prialé, Luís de la Puente trabaja intensamente en lo que sería la moción de análisis y crítica. El documento fue discutido, aprobado, firmado y presentado a la IV Convención Nacional por una veintena de dirigentes apristas. El contenido de la moción no fue debatido en el plenario de la Convención ni se permitió ejercitar la defensa por parte de los procesados.
De esta manera, de la Puente y siete dirigentes más fueron expulsados del Apra y los demás firmantes sometidos a disciplina con trámite de expulsión.
A partir de ese momento surge lo que posteriormente sería el MIR, organización política que seis años después, en 1965, protagonizaría una de las experiencia de la lucha armada guerrillera en los andes del Perú y en la que caería combatiendo, entre otros dirigentes, el comandante Luís de la Puente Uceda.
Publicamos ahora el texto de la moción de octubre como avance de un trabajo más amplio sobre el MIR dentro de la nueva izquierda peruana. Este histórico documento fue publicado íntegramente el 29 de octubre de 1959, quince días después de las expulsiones, en el primer número de VOZ APRISTA, órgano de lo que se denominó Comité Aprista de Defensa de los Principios Doctrinario y la Democracia Interna. En 1980 el c. Héctor Cordero Guevara editó el libro Del Apra al Apra Rebelde en el que se publica la moción de octubre, junto con el documento El Apra y la Revolución que en 1952 aprobaran los desterrados apristas de Buenos Aires.
Publicamos también el artículo de primera página de VOZ APRISTA, Quienes son los que dividen en el que se responde a los ataques lanzados por la dirección aprista desde su vocero La Tribuna. De igual manera, el primer editorial del órgano de prensa de los apristas disidentes.
Es necesario indicar que la moción de octubre se considera como el primer documento orgánico que aprobaron los miembros del nuevo movimiento político que, meses después, y dentro de una acelerada evolución ideológica, política y orgánica, se constituiría en el MIR peruano. Por tanto, hay que ubicarlo dentro del contexto histórico de hace 50 años y ver como, pese al tiempo transcurrido, muchas de sus denuncias parecen tener vigencia en la época actual cuando el país soporta un segundo gobierno aprista.
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