miércoles, 14 de octubre de 2009

DIA INTERNACIONAL DE LOS DOCENTES

“El magisterio es la función revolucionaria por excelencia. En este ejercicio no caben sino dos extremos: el maestro inofensivo – sometido a la coyunda burguesa, sin un soplo de ideal ni un átomo de impulso- o aquél otro cuya vida esta jalonada por una lucha permanente contra el poder que abusa, contra la hegemonía que absorbe toda libertad, contra el orden social, símbolo de la desigualdad y de la injusticia”.
José Antonio Encinas, mayo de 1986

Por: Laurentina Astudillo Agurto*
Laurentinalfa@hotmail.com

Desde el año 1993 el 5 de octubre se celebra el Día Internacional del Docente, día que fue elegido por la Internacional de Educación y la UNESCO, para reconocer la labor que diariamente realizan los maestros de todo el mundo.
Hablar del día internacional del maestro significa ubicarnos en el contexto globalizado y dar una mirada a los diferentes países, y así podremos ver que el desempeño de los docentes, en algunos lugares se da en condiciones deplorables.
La labor de educar, en muchos escenarios, no siempre se ejerce en un entorno tranquilo y seguro. La violencia, las deficiencias económicas, los conflictos armados, la falta de recursos humanos y materiales, afectan a muchos docentes, dificultando de esta manera la construcción de una sociedad más tolerante e igualitaria.
Las desigualdades económicas, que existen en nuestro país, incrementadas por el sistemático proceso de reforma del Estado y descentralización desde la perspectiva del nuevo enfoque de la economía mundial de carácter neoliberal y el nuevo rol del estado, tienen un impacto negativo sobre los logros educacionales
El personal docente es el factor más influyente en los aprendizajes, pero algunas veces no se pueden generar resultados de calidad. En una sociedad, como la nuestra, donde la enseñanza se ve interferida por diversos factores angustiantes como la extrema pobreza, el desempleo, bajos salarios, desnutrición, el analfabetismo, el bajo nivel de escolaridad de las familias, los conflictos socio-ambientales, la drogadicción, el pandillaje, la delincuencia, el narcotráfico, la corrupción, que no sólo afectan a los estudiantes sino también a los maestros.
En discordancia con nuestra realidad el señor presidente Alan García Pérez, continuamente cita a Finlandia como ejemplo y comparación, lo cual resulta irracional, absurdo y demagógico, Finlandia junto con Noruega y Suecia, es uno de los países con menor desigualdad en el mundo. Allí sólo un 2% de la población es pobre, pero seguramente con criterios distintos a los que usamos nosotros. Es una población con un elevado nivel de cultura personal. En Finlandia la educación es gratuita, universal y de calidad en toda su dimensión, pues el estado financia la educación. Los municipios imparten casi toda la educación preescolar, básica y secundaria superior general.
Los líderes de los partidos políticos, de las iglesias, organizaciones de la sociedad civil y el empresariado nacional firmaron el 22 de julio de 2002 un Acuerdo Nacional que en su décimo segunda política de estado establece: que se debe eliminar las brechas de calidad entre la educación pública y la privada así como entre la educación rural y la urbana, para fomentar la equidad en acceso a oportunidades. Se debe promover el fortalecimiento y la revaloración de la carrera magisterial, mediante un pacto social que devenga en compromisos recíprocos que garanticen una óptima formación profesional, promuevan la capacitación activa al magisterio y aseguren la adecuada dotación de recursos para ello. Mejorar la calidad de la escuela superior pública, universitaria y no universitaria. Así como una educación técnica adecuada a nuestra realidad.(1)
Los maestros debemos asumir el reto de educar en la adversidad, no debemos ser simple relatores de la realidad y no sólo generar niveles de aprendizaje repetitivos. El maestro debe ser conocedor del contexto, no sólo local sino global, conocer la dinámica de la sociedad, debe ser cuestionador de las certezas, conmoverse ante las injusticias, defensor de los derechos conculcados, propositivo e innovador, impulsor de la investigación educativa y de la didáctica generativa, sustentada en los principios de la investigación científica, asumiendo de esta manera el carácter científico de la educación. Sólo un maestro con estas características puede formar ciudadanos responsables, críticos y con capacidad de analizar y transformar la realidad.
Para revertir los problemas de la educación se hace necesario garantizar el financiamiento por parte del Estado, con un porcentaje, que tenga como referentes a los estándares internacionales, es decir, no menos de 6%del PBI.
El estado debe invertir mayor presupuesto en educación, en la infancia y la adolescencia, para de esta manera generar las condiciones necesarias para que los estudiantes logren niveles óptimos de aprendizaje y de conocimientos.
“Invertir en las y los docentes hoy es construir un futuro mejor”

(1) La niñez en las Políticas de educación, Internacional Idea, 2005 pág. 10.
*Profesora y Especialista en Tecnología e Innovaciones Educativas.

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