LONDRES (Reuters) - El Papa Benedicto XVI ofreció una de sus más sentidas disculpas a las víctimas de abuso sexual a manos de sacerdotes católicos en Londres, mientras miles de manifestantes realizaban la mayor protesta de cualquiera de sus viajes al extranjero.
Al igual que lo ha hecho en sus tres viajes previos, el Santo Padre sostuvo el sábado una reunión privada con víctimas de abuso sexual luego de decir a los fieles durante una misa que los sacerdotes pedófilos han provocado "vergüenza y humillación" a él y a la Iglesia Católica.
"Estaba conmovido por lo que dijeron y expresó su profundo pesar y vergüenza sobre lo que las víctimas y sus familias habían sufrido", expresó el Vaticano en un comunicado, después de que el Sumo Pontífice se reunió con cinco británicos que sufrieron abusos durante su infancia.
"Rezó con ellos y les aseguró que la Iglesia Católica continuará implementando medidas efectivas diseñadas para cuidar a los jóvenes, y eso quiere decir hacer todo lo que esté en su poder para investigar acusaciones, colaborar con las autoridades civiles y llevar a la justicia (aquellos) acusados de esos atroces crímenes", dijo el comunicado.
El comunicado fue casi idéntico a los divulgados tras las reuniones previas.
Mientras se desarrollaba la reunión, unos 10.000 manifestantes marchaban por las calles de Londres para protestar contra su manejo de la crisis provocada por los abusos y su visión de homosexuales y la ordenación femenina.
Los manifestantes portaban carteles que decían "La homofobia de Benedicto cuesta vidas" y "Proteja a los niños - Degrade al Papa". Fue la mayor manifestación hasta el momento en la visita de cuatro días del Vicario de Cristo al Reino Unido, que terminará el domingo en Birmingham, y la más grande de cualquiera de sus 17 viajes al exterior.
En la tarde, el Santo Padre recorrió algunos de los hitos de Londres, incluido el Palacio de Buckingham, mientras miles de personas lo saludaban en su ruta a una vigilia en Hyde Park, donde se habían reunido unas 80.000 personas.
El Papa comenzó el día con una misa para unas 2.000 personas en la Catedral de Westminster, la principal iglesia para los católicos de Inglaterra y Gales, símbolo de su lucha para hacer valer sus derechos después de la Reforma.
Su disculpa durante el sermón en la misa fue su más reciente intento por enfrentarse al escándalo que ha sacudido a la Iglesia Católica de 1.100 millones de fieles, especialmente en Europa y Estados Unidos.
"Pienso en el inmenso sufrimiento causado por el abuso de niños, especialmente dentro de la Iglesia y por sus ministros. Sobre todo, expreso mi profundo sufrimiento por las víctimas inocentes y esos crímenes abominables", dijo en su sermón en la catedral construida a finales del Siglo XIX.
VERGÜENZA Y HUMILLACION
"También reconozco con vosotros la vergüenza y la humillación que todos nosotros hemos sufrido a causa de estos pecados", agregó, y dijo que esperaba que "este castigo" contribuyera a la curación de las víctimas y a la purificación de la Iglesia.
El Sumo Pontífice ya se había disculpado antes por los abusos sexuales a manos de sacerdotes y ha reconocido que la Iglesia fue lenta en abordar el problema. Pero sus declaraciones del sábado fueron de las más claras.
Grupos de víctimas de abusos dijeron que no estaban satisfechos, y uno de ellos llamado Bishop.Accountability.org calificó a las declaraciones del Papa como "relaciones públicas y no penitencia".
"Una disculpa es lo que un escolar hace cuando patea una pelota y rompe una ventana. Lo que nosotros necesitamos es que el Papa libere todos los antecedentes sobre sacerdotes abusadores", dijo Sue Cox, una manifestante que sufrió abusos durante su infancia, a la televisión.
Durante una visita a una casa de retiro dirigida por monjas católicas, el Santo Padre habló con un grupo de personas laicas que supervisa la implementación de medidas de protección para menores y les dijo que es importante que "cualquier acusación de abuso sea tratada de manera rápida y justa".
El Papa comenzó su último día en Londres reuniéndose por separado con el primer ministro, David Cameron, el viceprimer ministro, Nick Clegg, y la actual líder de la oposición, Harriet Harman.Al igual que lo ha hecho en sus tres viajes previos, el Santo Padre sostuvo el sábado una reunión privada con víctimas de abuso sexual luego de decir a los fieles durante una misa que los sacerdotes pedófilos han provocado "vergüenza y humillación" a él y a la Iglesia Católica.
"Estaba conmovido por lo que dijeron y expresó su profundo pesar y vergüenza sobre lo que las víctimas y sus familias habían sufrido", expresó el Vaticano en un comunicado, después de que el Sumo Pontífice se reunió con cinco británicos que sufrieron abusos durante su infancia.
"Rezó con ellos y les aseguró que la Iglesia Católica continuará implementando medidas efectivas diseñadas para cuidar a los jóvenes, y eso quiere decir hacer todo lo que esté en su poder para investigar acusaciones, colaborar con las autoridades civiles y llevar a la justicia (aquellos) acusados de esos atroces crímenes", dijo el comunicado.
El comunicado fue casi idéntico a los divulgados tras las reuniones previas.
Mientras se desarrollaba la reunión, unos 10.000 manifestantes marchaban por las calles de Londres para protestar contra su manejo de la crisis provocada por los abusos y su visión de homosexuales y la ordenación femenina.
Los manifestantes portaban carteles que decían "La homofobia de Benedicto cuesta vidas" y "Proteja a los niños - Degrade al Papa". Fue la mayor manifestación hasta el momento en la visita de cuatro días del Vicario de Cristo al Reino Unido, que terminará el domingo en Birmingham, y la más grande de cualquiera de sus 17 viajes al exterior.
En la tarde, el Santo Padre recorrió algunos de los hitos de Londres, incluido el Palacio de Buckingham, mientras miles de personas lo saludaban en su ruta a una vigilia en Hyde Park, donde se habían reunido unas 80.000 personas.
El Papa comenzó el día con una misa para unas 2.000 personas en la Catedral de Westminster, la principal iglesia para los católicos de Inglaterra y Gales, símbolo de su lucha para hacer valer sus derechos después de la Reforma.
Su disculpa durante el sermón en la misa fue su más reciente intento por enfrentarse al escándalo que ha sacudido a la Iglesia Católica de 1.100 millones de fieles, especialmente en Europa y Estados Unidos.
"Pienso en el inmenso sufrimiento causado por el abuso de niños, especialmente dentro de la Iglesia y por sus ministros. Sobre todo, expreso mi profundo sufrimiento por las víctimas inocentes y esos crímenes abominables", dijo en su sermón en la catedral construida a finales del Siglo XIX.
VERGÜENZA Y HUMILLACION
"También reconozco con vosotros la vergüenza y la humillación que todos nosotros hemos sufrido a causa de estos pecados", agregó, y dijo que esperaba que "este castigo" contribuyera a la curación de las víctimas y a la purificación de la Iglesia.
El Sumo Pontífice ya se había disculpado antes por los abusos sexuales a manos de sacerdotes y ha reconocido que la Iglesia fue lenta en abordar el problema. Pero sus declaraciones del sábado fueron de las más claras.
Grupos de víctimas de abusos dijeron que no estaban satisfechos, y uno de ellos llamado Bishop.Accountability.org calificó a las declaraciones del Papa como "relaciones públicas y no penitencia".
"Una disculpa es lo que un escolar hace cuando patea una pelota y rompe una ventana. Lo que nosotros necesitamos es que el Papa libere todos los antecedentes sobre sacerdotes abusadores", dijo Sue Cox, una manifestante que sufrió abusos durante su infancia, a la televisión.
Durante una visita a una casa de retiro dirigida por monjas católicas, el Santo Padre habló con un grupo de personas laicas que supervisa la implementación de medidas de protección para menores y les dijo que es importante que "cualquier acusación de abuso sea tratada de manera rápida y justa".
Clegg es un ateo declarado, pero está casado con la española Miriam González, que educa a sus hijos en el catolicismo.
El viernes, la policía antiterrorista, en alerta máxima por la visita del Sumo Pontífice, arrestó a seis hombres bajo sospecha de preparar un ataque. La policía también registro ocho casas y dos negocios y revisó su operación de seguridad.
La policía dijo el domingo que las seis personas fueron liberadas durante la noche sin que se presentaran cargos.
El domingo, el Santo Padre vuela a Birmingham, en el centro de Inglaterra, donde beatificará al cardenal John Henry Newman, uno de los más destacados ingleses conversos del anglicanismo al catolicismo.
(Reporte adicional de Avril Ormsby y Estelle Shirbon; Editado en español por Ricardo Figueroa)
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